Una forma típica de medir el éxito es cuánta plata tienes.
Hace rato que esta medición se está quedando obsoleta. Se han hecho estudios psicológicos que explican que, una vez que tienes un nivel socioeconómico suficientemente alto como para cubrir las necesidades básicas, tener más plata no te hará más feliz.
En otras palabras, uno siente un alivio tremendo cuando no tiene deudas, y tiene seguros de todo tipo, un hogar, comida para toda la familia, y educación para los hijos. Más allá de eso, tener más plata no aumentará drásticamente tu felicidad.
Aparte de eso, hay varios otros puntos a considerar:
- Tener más plata no significa que eres mejor persona. Pienso de inmediato en el típico caso del sujeto que se volvió millonario por estafar a miles de personas.
- Muchas de las cosas más importantes de la vida no se pueden comprar: por ejemplo, no se puede comprar amigos y gente cercana que te quiere.
- Muchas de las personas más ricas del planeta simplemente heredaron su patrimonio. No hicieron nada para ganarlo.
- Siempre es importante considerar que existen problemas asociados a tener más plata: burocracia, problemas familiares por una herencia, acostumbrarse a un estándar altísimo de lujos que te hace sentir incómodo cada vez que no puedes cumplir con él, etc. Problemas que emperoran la vida, más que mejorarla.
Una segunda forma típica de medir el éxito es qué tan bien te va en el trabajo.
Hay dos problemas en esta medición:
- Un problema es que si te enfocas sólo en el trabajo tiendes a descuidar otros aspectos importantes de la vida: salud, familia, amigos, hobbies, etc. Por ejemplo: pasar todo el día trabajando buscando que te asciendan a un puesto alto de la empresa, y en el camino dejar de hacer deporte.
- No está claro qué significa que te vaya bien en el trabajo. ¿Significa que llegaste al puesto más alto de la empresa? ¿Significa que llegaste al pick de productividad? ¿Significa que el producto/servicio final de tu organización ayuda al mundo? Al no estar claro, es difícil tomar buenas decisiones.
Una tercera forma de medir el éxito es qué tan buena persona eres.
Esta medición está de moda. Una vez escuché una entrevista a Warren Buffett donde le preguntaban cómo medía su propio éxito. Su respuesta fue que se imaginaba en su propio funeral rodeado por gente cercana que lo quería mucho porque era excelente persona.
Es muy válida esta forma de medir el éxito. Sin embargo, también le encuentro el siguiente problema: ¿Cómo se mide qué tan buena persona eres? ¿Quién determina eso?
A diferencia de qué tanta plata uno tiene, esta medición es subjetiva.
¿Una persona es buena si es que está constantemente haciendo favores a los demás? ¿O mejor dicho está siendo complaciente?
¿Para ser buena persona hay que siempre decir cosas positivas que alegren a los demás? ¿O nos debemos permitir aceptar nuestro lado negativo y mostrar también esa parte de nosotros?
¿Una persona que hace buenas acciones por porque busca cumplir con lo que exige su religión es buena? ¿O simplemente se está intentando ganar el cielo?
Una cuarta forma de medir el éxito es qué tan balanceada es tu vida.
En otras palabras, qué tan bien estás en tus finanzas, tus relaciones personales, tu trabajo, tu salud, tus proyectos y tu crecimiento personal.
Muy válida esta opción, pero también le encuentro algunos problemas:
- Puede pasar que la vida se empiece a convertir en un constante juego de malabares, donde te preocupas constantemente que no se te caiga la pelota. En vez de andar tranquilo por la vida aceptando la situación actual, estás todo el rato preocupándote por la cosa que no está bien. Algunas veces es que te duele algo, otras veces es que andas mal en el trabajo, otras veces es que te peleaste con alguien, etc.
- Puede pasar que tu día se convierta en un checklist interminable. Para estar bien, cada día tienes que checkear meditar, hacer deporte, comer sano, trabajar duro, pasar tiempo con tu gente cercana, dormir ocho horas, etc. Y empiezas a sentirte mal cada vez que te echas al sillón a no hacer nada.
- Puede pasar que te conviertas en un perfeccionista, que nunca está contento con lo que ya ha logrado. Que siempre quiere más y más. Que siempre se compara con otros para evaluar qué tan bien está en los distintos ámbitos de su vida. Terminas sufriendo, más que disfrutando el presente.
Una cuarta forma de medir el éxito es qué tanto estás aprovechando tu vida.
O si lo vemos en un período de tiempo más observable, qué tanto estás aprovechando cada día.
Me gusta esta opción, pero también le veo problemas:
- Te sientes mal cada vez que estás perdiendo el tiempo. Te sientes mal porque tienes veintiocho años y estás pasando cuarenta minutos en la cama antes de levantarte, sabiendo que podrías estar haciendo deporte o viviendo algún tipo de aventura.
- Te sientes mal cada vez que estás realizando trámites aburridos, que lamentablemente todos tenemos que hacer.
- Te sientes mal cuando estás trabajando. Piensas que deberías estar aprovechando el día moviéndote o haciendo algo entretenido. Se te olvida que de algo hay que vivir.
Una quinta forma de ver el éxito se compone de dos partes:
I)Qué tan poco sufres los malos momentos.
II)Qué tanto disfrutas los buenos momentos.
Una persona puede estar en un muy mal momento de su vida, y al mismo tiempo está bien porque tiene la fuerza mental para aceptar la situación y seguir viviendo. Por otro lado, una persona puede estar pasando por un muy buen momento, tenerlo todo, y aun así ser miserable.
Usando este tipo de medición, una persona exitosa es aquella que sabe apreciar y disfrutar los buenos momentos, y al mismo tiempo sabe aceptar la situación cuando las cosas no andan tan bien.
El único problema de esta medición, es que está totalmente enfocada en uno mismo. No considera qué tanto ayudas a la sociedad en el día a día.
¿Cuál es mi forma de ver el éxito?
No lo tengo claro. Va cambiando constantemente. He probado cada una de las mediciones listadas anteriormente, y me he encontrado con varios de los problemas que menciono.
Lo que puedo hacer, es listar características que en mi opinión una persona exitosa debe cumplir. Un hombre exitoso:
- Es sabio: sabe mucho de distintas materias. Sabe mucho de salud, de plantas y animales, de astronomía, de finanzas personales, de geopolítica, de psicología, y muchas otras cosas. Incluyo esto, porque creo que la vida se aprecia mucho más cuando uno tiene una mente nutrida, que te ayuda a ver cada escenario con distintos lentes.
- Es habilidoso: es capaz de hacer bien varios deportes y varios trabajos, es capaz de arreglar y construir cosas, tiene varios hobbies, y es capaz de emprender nuevos proyectos. Incluyo esto, porque pienso que la vida se disfruta mucho más cuando tienes varias habilidades. Dependes menos de otros, tienes más opciones de cosas que puedes hacer, y conoces más gente.
- Sabe apreciar los buenos momentos, y sabe también aceptar cuando las cosas no están saliendo bien.
- Siente calma en su día a día. No anda moviéndose para todos lados invadido por el estrés.
- Está contento con lo que ya tiene, pero al mismo tiempo encuentra la motivación para emprender nuevos proyectos porque le interesa seguir progresando.
- Se conoce a sí mismo. Conoce sus fortalezas y debilidades. Reconoce que tiene una parte positiva, y al mismo tiempo una parte negativa. En lugar de negar que tiene una parte negativa, busca aceptarla y entenderla, y desarrolla herramientas para tenerla bajo control. Por ejemplo, reconoce que tiene un ego que muchas veces toma control de la toma de decisiones, y en vez de negarlo busca aceptarlo y tenerlo bajo control.
- Tiene suficiente control de sí mismo como para evitar autosabotearse con malos hábitos o acciones.
- Tiene una vida balanceada, pero al mismo tiempo logra no caer en intentar ser perfecto, o en la checklist interminable, o sentir que la vida es un constante juego de malabares.
- Desperdicia poco su tiempo, pero también logra no sentirse mal cuando se echa en el sillón a descansar.
- Es libre de, y libre para.
- Es bueno con la gente a su alrededor. Ayuda a otros, les alegra el día. No porque quiere complacer a los demás o porque se quiere ganar el cielo, sino porque realmente le nace tratar bien a los demás.
En ese listado, no considero qué tanta plata tiene la persona, o qué tan bien le va en el trabajo, o qué tan grande es su casa. Es una definición de éxito enfocada en la mente, los hábitos y los comportamientos, más que lo que uno ha logrado. Creo que se puede cumplir con todo lo mencionado, y al mismo tiempo estar viviendo en una cabaña pequeña con lo mínimo para satisfacer las necesidades básicas. Además, dependen de uno mismo.
Para terminar: me pregunto si de partida está bien pensar en qué es el éxito.
¿Es necesario tener que apuntar a lo que uno define como éxito? ¿Habrán personas plenas y felices en este mundo que ni se preguntan qué es el éxito?
Quizás hay gente que en vez de preguntarse qué necesita lograr para vivir bien, simplemente viven. Están en el momento presente. Cumplen con todas las características de una persona “exitosa” sin haber pensado en esas características. Me gustaría conocer a alguien así.