El papel de la felicidad

Yo creo que la felicidad no es tan importante en nuestras vidas. O sea, sí lo es. Es necesaria para una vida extraordinaria. Pero no es lo más importante de todo, como muchos afirman.

Apostaría a que el 99% de la gente no sabe qué está hablando cuando dicen que lo que más quieren en la vida es «ser feliz».  Más aún, creo que nunca se han detenido a pensar qué es lo que realmente quieren, así que toman el camino fácil y copian a algún famoso que dice que «sólo quiere ser feliz».

Personificación de un hombre feliz: Guido de «la vida es bella»

Cuando alguien dice que «sólo quiere ser feliz», en realidad puede estar refiriéndose a dos posibles opciones:

  1. Que lo que más quiere es sentir felicidad constantemente, sin interrupción, por el resto de su vida: lo cual no sólo es imposible, si no que, probablemente, con el tiempo se convertiría en una tortura.
    Es como en «Piratas del Caribe 1», en donde los malos sueñan con volver a sentir dolor. No poder sufrir se convierte en una tortura.
  1. Que cuando habla de «ser feliz» en realidad está pensando en algo más grande que el sólo hecho de sentirse feliz, sólo que no tiene la palabra precisa para describir qué es lo que realmente quiere. En este caso, estaríamos presenciando una escasez de lenguaje.

Ni hablemos de la primera opción. La segunda es la que vale la pena nuestra atención.

Fijarse como único objetivo en la vida «ser feliz» es un gran problema. No sólo porque no sabemos qué estamos hablando cuando decimos eso (hay decenas de definiciones de felicidad), si no que, más importante aún, nadie sabe con exactitud cuál es la clave para ser feliz. Algo que, si lo cumples, te lleva tarde o temprano a ser feliz. Hay teorías, libros y estudios muy interesantes, pero no existe una respuesta clara.

Algo que sí se sabe, es que hay algunas necesidades básicas que tenemos que cuidar para tener una mejor vida. Y si no las cuidamos, vamos en camino a ser miserables:

  • Buena salud: dormir bien, comer bien, moverse, hidratarse.
  • Buenas relaciones personales. Pasar tiempo con seres queridos.
  • Buenas expectativas de nuestro futuro.
  • Estabilidad financiera.
  • Educación.
  • Paz mental.
  • Autocontrol.
  • Estar agradecido por lo que se tiene.
  • Contribuir al mundo para encontrar sentido.
  • Sentirse desafiado para encontrar motivación.
  • Etc

Pero hay un largo camino entre saber qué se necesita para estar bien v/s saber cuál es la clave para ser feliz.

Quizás no existe una clave para ser feliz, y buscarla tendría tan poco sentido como tratar de imaginar un color nuevo.

En resumen, 1) no sabemos de qué hablamos cuando hablamos de felicidad, y 2) tampoco sabemos qué se necesita para alcanzar esa felicidad.

En vez de intentar simplificar nuestras vidas buscando «ser felices», déjame proponerte un objetivo más realista y completo: buscar aprovechar al máximo cada momento de nuestras vidas.

Eso significa recordarse constantemente que somos seres mortales teniendo una experiencia terrenal pasajera, y que por lo tanto no tenemos tiempo por perder.
Significa recordarse, también, que es nuestra responsabilidad aprovechar cada minuto que tenemos para sentirnos vivos, utilizando toda nuestra gama de emociones.

Pasar por experiencias que nos provocan sentir amor, compasión, tensión, asombro, ilusión, entusiasmo, admiración, satisfacción, orgullo, placer, y la famosa felicidad.

Y no sólo sensaciones buenas, si no también esas malas que a veces es lo correcto sentirlas:
Sentirnos tristes cuando nos pasa una tragedia.
Sentirnos nerviosos cuando estamos pasando por un momento importante, o enfrentando alguno de nuestros miedos.
Sentirnos agotados física y mentalmente después de haber completado un gran desafío.
Sentirnos preocupados por el futuro de algo/alguien que es realmente importante para nosotros.
Sentir culpa cuando cometimos un error, para reaccionar lo antes posible y volver a nuestro camino.

Y, al final de nuestras vidas, sentir paz. Porque cuando estemos a punto de morir, estaremos seguros que al menos intentamos aprovechar nuestras vidas al máximo posible.

La lista de emociones que acabo de escribir es mucho más corta de lo que debería ser. Me falta imaginación.
Pero se entiende el punto.

Somos seres complejos, con muchas emociones y una infinidad de posibilidades.

Sentirnos felices está en esa lista. Es importante, pero a la vez solo una pequeña parte de nuestra experiencia como seres humanos.

No tiene sentido querer sentirnos felices en todo momento. Por ejemplo, espero que no quieras sentirte feliz cuando estés en el funeral de alguien que es importante para ti.

Lo que todos queremos no es «ser feliz». Es sentir que estamos aprovechando nuestras vidas al máximo.

Es sentirnos completos en todo sentido. Que no estamos dejando de lado algo que es importante para nosotros.

Es sentir que estamos teniendo una vida extraordinaria.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

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