Trekking y ciclismo en Georgia, relatado con fotos
Poco después de cruzar la frontera Turquía-Georgia, me encontré con la entrada a una fortalezaUn edificio en Batumi como para película de Wes AndersonBatumi intentando dárselas de ciudad futuristaEn una semana por la costa del Mar Negro, este fue el único día que vi el cielo despejadoNo recuerdo el nombre, pero era mi plato favoritoGeorgia es un país verdeMuy verdeLa App de rutas Komoot es buena un 95% del tiempo. El otro 5 me tira para estos caminos (que tienen lo suyo)Me salí del camino para buscar un lugar de campingY una familia me dejó instalar la carpa en su terrenoA la mañana siguiente desperté con esta vistaClásica iglesia en GeorgiaUno de los beneficios de ir por caminos secundarios era que encontraba vestigios SoviéticosCon este camino, se disfruta meter los pies en el barroEn un día ventoso y estresante me encontré con esta pareja de europeos. Pedaleamos juntos a Kutaisi, cortando el vientoDejé la bicicleta por unos días para ir a hacer el trekking Mestia-Ushguli. Un paraísoFeliz viviría en esa cabaña«Sácame una foto así como que no estoy mirando»Un placer caminar por estos valles. Pero echaba de menos la bicicleta. Después de tanto tiempo en ella, caminar se siente como un retrocesoÁrboles otoñales por todos lados. Llegamos temprano a ese pueblo, así que me fui a meditar al bosqueCon John Jullian Lovell, el inglés con el que hice el trekking desde el primer díaGlaciares que uno encuentra por ahíEste perro (o semi oso) me siguió un día completoVenden vino casero en botellas de plástico. Un crimenUshguli, el final del trekkingA veces me gusta parar a mirar las vacas y comer almendrasMaldita cocinilla que me quema los dedos cada vez que la prendoEl lugar se ve bonito, pero era justo fuera de una carretera en construcción, con un ruido que no me dejaba dormir tranquiloLos famosos Kinkhali y OriTodos los pueblos en Georgia tienen este sistema de cañerías horribleIglesia en la capital, TbilisiLa misma iglesiaPinché rueda justo fuera de este taller. Estos amables señores insistieron en arreglarlaEl día que dejé Tbilisi para cruzar a Armenia Komoot me recomendó cruzar por un cerro que ni siquiera tenía camino. Tuve que cruzar alabres de púas e inventar la ruta