Una alternativa para fijarse metas

He leído varios libros de desarrollo personal que hablan sobre cómo fijarse metas. Todos ellos dicen más o menos lo mismo: «Elige una meta grande que te motive a superar tus límites».

«Si todos dicen lo mismo, supongo que hay que hacerles caso», pensé.

Elegí correr una maratón.

Las dos primeras veces que empecé a entrenar, me lesioné en menos de dos semanas. Fracasar me hizo sentir débil y frustrado.
El tercer intento fue exitoso. El 2 de Agosto de 2020, mismo día que nos liberaron de cuarentena, desperté a las 4 am y corrí una maratón por calles cercanas a donde vivo.
Obviamente terminar la distancia me hizo sentir bien. Pero la alegría de haber «logrado la meta» duró poco y nada.
Haciendo el balance general, la experiencia no fue buena.

El problema está cuando trato de responder por qué corrí los 42 kilómetros.

Si durante el entrenamiento me preguntabas por qué quería correr 42 kilómetros, te habría respondido: «Quiero saber qué se siente llegar a esa barrera mental de los 30 kilómetros que todo el mundo habla. El famoso muro». Pero te habría estado mintiendo.

Mi verdadera razón era que quería ser capaz de decirle a la gente que había corrido 42 kilómetros. Quería que me dijeran «¡Estás loco!» o «¡Cómo lo hiciste! Yo no sería capaz». Quería recibir admiración.

¿Existe alguna actitud más egocéntrica?

Gasté todo ese tiempo entrenando, todo ese rato sufriendo, sólo para alimentar mi ego. Lo peor, es que ni siquiera me gusta trotar en la calle.

Empecé a pensar en todas las metas que me estaba poniendo tanto dentro como fuera del deporte.
¿Cuáles de ellas quiero cumplir sólo para que la gente me apruebe?
¿Cuáles de ellas son realmente importantes para mí?

Empecé a pensar en todo el tiempo que me podría ahorrar si elijo con más cuidado mis metas.

Desde ese momento, prometí que haría todo lo posible por elegir metas basadas en lo que realmente quiero. Buscar vencer al ego.

Aprender a elegir metas no fue tarea fácil. A falta de encontrar lo que buscaba en libros, tenía que armar una estrategia para elegir metas a la medida. Una que fuera más útil que «Elegir una meta grande que te motive a superar tus límites».

Finalmente, diseñé lo que necesitaba.

Es un ejercicio de papel y lápiz. Tiene ocho pasos, hacerlo  toma aproximadamente entre diez y veinte minutos, y se basa en lo siguiente:

Primero definir cómo te gustaría ser, y luego elegir metas que ayuden a convertirte en esa persona.

En otras palabras: primero elegir las metas intrínsecas. Luego elegir las metas extrínsecas.

Es una alternativa a las recomendaciones clásicas.
Puede usarse para todo tipo de metas, no sólo deportivas.
Pero antes de empezar, es importante mencionar que no basé el ejercicio en ningún estudio psicológico ni nada. Solamente hice lo que me parecía lógico, y hasta el momento me ha dado buenos resultados. Quizás te sirve, o quizás no. Y quizás se te ocurre un paso que podría agregar. En ese caso, escríbeme!

Acá vamos.

Paso 1: Describe cómo te gustaría ser.

¿Cómo sería la versión ideal de ti mismo/a?

Escribe tres a cinco características personales que te gustaría tener, y que actualmente no tienes.

Recuerda: Este ejercicio está orientado a elegir metas que te ayuden a convertirte en lo que te gustaría ser. Dicho esto, no tiene sentido mencionar las características que te gustan de ti, pero que ya tienes.
Por ejemplo, si te gusta ser generoso, pero ya lo eres, entonces no es necesario mencionarlo en la lista.

Ojo: acá no estamos escribiendo lo que te gustaría hacer o tener. Acá estamos definiendo cómo te gustaría ser.

Por ejemplo, tres de las cinco características que escribí son Sabio, Creativo y Aventurero. Tres características que me encantaría tener, y que actualmente no tengo.

También puede ser Generoso, Sociable, Activo, Compasivo, Alegre, Auténtico, Perseverante, Mentalmente estable, Divertido, Tranquilo, Sano, Honesto, Sencillo, etc.
Hay miles de características. No soy tan creativo como para mencionar todas.

Un ejemplo de lo que NO debería ponerse en este paso: corredor, empresario, artista, viajero, millonario, etc.
Estas características estarían relacionadas a lo que haces. Son extrínsecas. No se refieren a lo que eres por dentro.

Paso 2: Define con tus propias palabras cada una de esas tres a cinco características.

Este es el paso más difícil.
Por ejemplo, es muy fácil mencionar «Sabio» sin saber a qué te estás refiriendo.
Puedes tener una definición muy distinta a «Sabio» comparado con lo que sale en el diccionario, o a la definición que tiene otra persona.

Lo importante aquí es cómo defines tú cada característica, porque eso es lo que realmente quieres.

Lo que sea que hayas escrito, defínelo con tus propias palabras.
Si no eres capaz de escribirlo en una hoja, significa que no lo tienes claro.

Por ejemplo, mi definición de «Sabio». Un Sabio:

  • Sabe mucho de muchos temas distintos.
  • Tiene curiosidad constante por lo que pasa alrededor suyo y en el mundo en general.
  • Se cuestiona lo que la gente da por hecho.
  • Tiene una mirada amplia. Piensa en soluciones a problemas con distintas perspectivas.
  • Sabe cómo pensar. Sabe cómo formular las preguntas correctas.

Si no tienes palabras para describir una característica, puedes ayudarte pensando en alguna persona o algún personaje que la tiene. Ejemplo:
Generoso como la Madre Teresa.
Aventurero como Bear Grylls.
Luchador como Nicolás Massú.
Alegre como Guido Orefice de La Vida es Bella (pueden ser personajes ficticios)
Tranquilo como un monje budista.
Sencillo como un campesino.
Divertido como el Bombo Fica.

Y si puedes entrar en detalle sobre esa característica que tiene la persona, mejor aún.
Por ejemplo:
Divertido como el Bombo Fica: Exagera al momento de hablar, usando distintas voces y volúmenes para mantener entretenida a la gente. Cuenta historias que son entretenidas en todo momento. Y se ríe de sí mismo.

Paso 3: Pregúntate por qué cada una de esas características son importantes para ti.

Este es el paso más importante.

¿Por qué cada una de esas características es importante para tí?
Debería haber una razón más profunda que «Quiero ser generoso porque me dijeron que era lo correcto».

Volvamos al ejemplo del Sabio.
¿Por qué ser Sabio es importante para mí?

  • Ser Sabio te ayuda a disfrutar más de tus experiencias. Te ayuda a disfrutar más de lo que observas.
    Una persona que sabe de nubes disfruta más de las nubes que alguien que nunca ha aprendido de ellas.
  • Un Sabio tiene más facilidad para solucionar problemas, ya que tiene las herramientas necesarias en su cabeza. Eso lleva a sufrir menos. Una persona que sabe cómo evitar lesiones tiene menos probabilidad de lesionarse.
  • Ser Sabio se siente bien. Es emocionante. Se pasa bien aprendiendo cosas nuevas.
  • Un Sabio aprovecha a máximo el cerebro, esa herramienta tan valiosa y única que se nos dio.

Lo que sea que hayas escrito, debería tener un por qué.

Paso 4: Ordena las características de más importante a menos importante.

Este paso también es difícil.
Quizás hayan dos características que sean igual de importantes para ti. En ese caso, hay que hacer lo mejor que se pueda.
No es el paso más importante.

Paso 5: Acciones.

Ya tienes más claro cómo te gustaría ser. Ahora hay que tomar acción para convertirte en esa persona.

Responde la siguiente pregunta:
¿Qué cosas no he hecho, y me encantaría hacer?

Menciona todo lo que te interesa, pero subraya las tres que más dan vuelta por tu cabeza.

Puede ser empezar tu propio negocio, salir a viajar, aprender a tocar un instrumento, correr una maratón, casarte, tener un hijo, practicar un deporte nuevo para tí, crear una página web con un nombre ridículo como Deportista Nómade, etc.
Aquí si que hay miles de opciones.

Si no se te ocurre ninguna cosa que te gustaría hacer, puedes reformular la pregunta:
¿Qué cosa odio no haber hecho todavía?
Otra opción: ¿Qué me provoca envidia en otra gente?

Paso 6: Filtra esas acciones.

De todas esas cosas que mencionaste en el paso 5:
¿Cuáles de ellas insistirías en hacer si nadie nunca sabrá que las hiciste?

Este filtro es clave. Quizás descubres que te gustaría ser emprendedor sólo para que la gente te mire con admiración, y no porque realmente te interesa (mi caso con correr una maratón).

Paso 7: Elige la meta.

Ya tienes claro cómo te gustaría ser.
Ya tienes claro tres cosas que te gustaría hacer, y las filtraste para asegurarte que no las quieres hacer por ego.

Ahora, responde la siguiente pregunta:

¿Cuál de esas cosas que te gustaría hacer es la que más te ayuda a convertirte en lo que quieres ser?

Por ejemplo:
Correr ultra maratones te puede ayudar a ser más duro de mente, más humilde y más aventurero.
Viajar puede ayudar a conocerte más a ti mismo, a ser más valiente, a ser más aventurero, y a ser más sabio.
Tener un hijo/a puede ayudarte a ser más generoso, más preocupado por los demás, más paciente, y muchas otras cosas más que no se me ocurren.
Emprender puede ayudarte a ser más sociable, más perseverante, más arriesgado, más humilde, etc.

Aquella meta que más te acerque a eso que quieres ser, es tu nueva meta.
En mi caso, salió viajar por el mundo en bicicleta.

Último paso: Repetir el ejercicio cada cierto tiempo.

Las preferencias van cambiando con el tiempo.

Quizás hay una característica que anotaste, pero que después de unos meses ya adquiriste.
Quizás hay una característica que anotaste, y que después te das cuenta que en verdad no era tan importante.
Quizás hay una característica que no anotaste, y que ahora es muy importante para ti.
Quizás hay algo nuevo que quieres hacer, y que supera a la meta que habías elegido.

Para terminar, una pequeña reflexión:

Piensa en todo el tiempo futuro que puedes ahorrar si eliges una meta correcta. Una meta que te acerca a lo que quieres ser, y no una que quieres cumplir sólo por status.

Piensa en todo el tiempo futuro que puedes ahorrar gracias a sentarte la tarde de un sábado a pensar qué es lo que realmente quieres.

Todo el tiempo que te ahorras por no elegir la carrera universitaria incorrecta.
Todo el tiempo que te ahorras por evitar un trabajo que no te acerca a lo que quieres ser.
Todos esos meses de preparación para una maratón que te ahorras ahora que sabes que no tiene sentido correrla.

Valoremos nuestro tiempo.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

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2 comentarios

  1. Buen artículo JP! Comparto que es clave en la vida establecerse metas en todo ámbito, de otra forma es muy difícil avanzar. Gracias por compartir tu método para fijarse objetivos, es una forma concreta y precisa de avanzar en esta dirección ya que muchas veces cuesta saber lo que uno realmente quiere y no es fácil encontrar por donde comenzar.

    Me dieron risa los contrastes de los ejemplos que usaste en los personajes que tienen una característica que uno aspira a tener jajaja muy bueno!

    Saludos Torito, cuidate!

Los comentarios están cerrados.