Viaja solo para probar no tener responsabilidades

Naciste.
Ni te acuerdas, y te metieron al jardín.
No tienes ni cinco años, y estás en prekinder.
¿Siete años? Ahora hay que entrar al colegio y cumplir con tus tareas.
¿Quince años? Ya estás en media. Tus notas cuentan para la universidad. Ahora si que tienes que estudiar.
¿Se acabó el colegio? Ahora hay que entrar a la universidad y seguir estudiando duro.
¿Terminaste la universidad? Ahora hay que conseguir un trabajo.
Ya tienes trabajo. ¿Y ahora qué?
Ahorra para tu futuro. Estudia un postgrado. Compra una casa. Cásate y cría a tus hijos.
Muere habiendo formado una familia feliz.

Toda una vida cumpliendo con deberes, sin tiempo de descanso.
Toda una vida teniendo que cumplir con algo o con alguien.
Responsabilidades. Responsabilidades. Responsabilidades.

Happiness - Steve Cutts | Satirical illustrations, Money and happiness,  Happy

No estoy tratando de decir que las responsabilidades son malas. De hecho, creo que son buenas y necesarias.

Pero, ¿Nunca te ha dado curiosidad cómo se sentirá una vida sin responsabilidades?

¿Pasar un tiempo sin «tener que cumplir»?

Sal a viajar solo para experienciar una vida sin responsabilidades.

Pasa un tiempo sin trabajos ni estudios, gastando tus ahorros.
Sin emails que contestar.
Sin reuniones.
Sin llamadas por hacer, o lo que sea que se te pida en tu trabajo.
Quizás, mientras viajes, te darán ganas de hacer algo productivo. Quizás querrás escribir, o estudiar para aprender una habilidad nueva, o construir, o cosechar una huerta. Bienvenido sea, siempre que no tengas que hacerlo «por cumplir».
Lo que sea que hagas, que sea por interés propio. Sabrás distinguir qué cosas haces porque realmente te interesan, y qué cosas haces por presión/subsistencia.
Quizás descubres que tus mejores momentos de creatividad surgen cuando no hay nadie a quien cumplir.
Quizás descubres que te hace bien tener responsabilidades laborales, pero menos que las que tenías antes.
O quizás descubres que, sin responsabilidades, no tienes motivación para levantarte de la cama, y que es importante para ti tener que cumplir con algo o alguien. Y cuando vuelvas, estarás motivado a cumplir con lo que se te pida.

Pasa un tiempo en solitario, lejos de tu familia y amigos.
Sin eventos a los que tienes que asistir.
Sin gente a la que tienes que visitar o llamar.
Quizás te das cuenta que eres feliz divagando por el mundo sin tener gente que te amarre.
Quizás descubres que te gusta tener que cumplir con tus cercanos, pero no tanto como antes. Quizás decides, por ejemplo, que ya no estas dispuesto a asistir a bautizos, o baby showers, o lo que sea que no te guste.
O quizás descubres que las responsabilidades con tu gente son lo más importante de tu vida. Y cuando vuelvas de tu viaje, las valorarás mucho más, ya que sabes cómo es no tenerlas.

Pasa un tiempo sin practicar tu hobby.
Sin tener que entrenar, o pintar, o tocar un instrumento, o lo que sea que hagas por entretenimiento.
Quizás descubres que te gusta pegarle a una pelota, pero que no tiene sentido hacerlo toda tu vida.
Quizás descubres que tu equipo de la liga de los domingos no era tan importante como pensabas.
Quizás descubres que hay más en tu vida que ver series cada noche antes de acostarte.
O quizás descubres que ese hobby es aquello que le da sentido a tu vida. Y cuando vuelvas de tu viaje, pasarás más tiempo que antes disfrutándolo.

Pasa un tiempo lejos de tu territorio.
Lejos de tu casa. Lejos de tu auto. Lejos de tu sociedad.
Sin posesiones que cuidar, o trámites por hacer.
Quizás descubres que no te hace sentido pasar tanto tiempo cuidando cosas que no te hace feliz. Y cuando vuelvas, venderás todo lo que no quieres mantener.
O quizás descubres que te encanta cuidar tus cosas. Que te encanta mantener tu jardín, arreglar las cosas que se rompen, limpiar tu auto, y tener tus trámites al día. Y cuando vuelvas, disfrutarás de cumplir con todo ello.

Pasa un tiempo viajando solo antes de tener una relación amorosa. Y antes de tener hijos.
Sin una pareja de la que te tengas que preocupar y llamar.
Sin niños que dependan completamente de tí.
Quizás descubres que te encanta estar solo, y ahora estás seguro que no quieres comprometerte, o formar una familia. Estás bien así.
O quizás descubres que estar en una relación, o tener hijos, o ambas, es lo más importante en tu vida, y estás dispuesto a lo que sea para alcanzar eso que quieres.

Lo que sea que descubras viajando ayudará a mejorar tu vida.

A la vuelta de tu viaje serás capaz de distinguir cuáles responsabilidades quieres tener, y cuáles no.

Serás capaz de distinguir cuáles deberes estabas cumpliendo porque te dijeron que eran importantes, y cuáles son realmente importantes para tí.

No será como cuando entraste al colegio, en donde te dijeron que tenías que cumplir con ciertos deberes, y lo hiciste sin pensar.

Esta vez estarás tu a cargo.

Estarás diseñando una vida a tu medida.

Una vida extraordinaria.

Pasa un tiempo viajando solo, sin responsabilidades.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

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