Ganar el derecho a llamarse fracasado

Al igual que mucho de lo que escribo, esta idea no es mía. Y no recuerdo de a dónde la aprendí. ¡Pero me fascina!

¿Tienes una meta que te encantaría lograr?

De ser así, seguro también tienes la parte mala de esa meta: el miedo al fracaso.

Obviamente a nadie le gusta fracasar. Te deja la confianza en el piso.

Pero tengo malas noticias. Existe algo mucho, mucho peor que fracasar: no haberlo intentado.

Tener una meta y no intentar conseguirla se encuentra en un nivel más bajo que haber intentado y fracasado en el proceso.

Cuando no lo has intentado, eres alguien que ni siquiera fue capaz de tomar un mínimo de acción. Ni siquiera fuiste capaz de enfrentar por un minuto los miedos que tenías.

La persona que intenta y fracasa, muere sin arrepentimientos.
La persona que ni siquiera intenta, muere arrepentida. Presa por su cobardía.

No hay nada peor.

Si tienes una meta y todavía no has intentado conseguirla, estás en el nivel más bajo de todos.
Llamarte a ti mismo «Fracasado/a» es un derecho que tienes que ganar tomando acción. Es el siguiente nivel.

En otras palabras:
Desde el punto de vista de alguien que ya ha conseguido sus metas, el fracaso es algo malo.
Desde el punto de vista de alguien que ni siquiera ha intentado conseguir su meta, el fracaso es algo bueno.

Lo sé. Hay muchos problemas que surgen del fracaso.
Quedas con la confianza en el piso por varios días.
Aumentan tus inseguridades y tu ansiedad.
Y tienes miedo de ser una de esas personas que se pasan toda su vida intentando alcanzar una meta, y nunca la logran.
El actor que nunca llegó a Hollywood.
El futbolista que nunca llegó a las grandes ligas
El cantante que nunca se hizo famoso
Etc.
Nadie quiere ser esa persona.

Para prevenir eso, te ofrezco una posible solución:

La regla de los diez intentos.

Creo que el nombre lo explica todo, pero por si acaso, entraré en detalle.

¿Tienes una meta que te gustaría lograr?
La regla de los diez intentos consiste en que puedes rendirte sólo si has fracasado un mínimo de diez veces intentando alcanzar esa meta.

El objetivo de esta regla es no rendirse antes de tiempo.

Si lo intentaste diez veces, y todavía no has logrado lo que querías, te has ganado el derecho a llamarte fracasado. Puedes morir sin arrepentimiento.

Una de las mejores partes de esta regla, es que se puede usar para todo lo que quieras. No sólo el deporte:

¿Quieres tener el trabajo de tus sueños?
Tienes que asistir a un mínimo de diez entrevistas de trabajos que siempre has querido tener.
O hablarle a un mínimo de diez personas que ya tienen ese trabajo, para que te den consejo.
O aplicar al mismo trabajo un mínimo de diez veces en distintas ocasiones.

¿Quieres ser un tenista profesional?
Tienes que tratar de calificar a un mínimo de diez campeonatos profesionales.
Este ejemplo me duele, porque fue exactamente lo que yo no hice. Jugué un total de dos clasificaciones, me fue pésimo, y me rendí.

¿Quieres terminar una maratón?
Tienes que correr un mínimo de diez carreras distintas, con sus debidos meses de preparación.

¿Siempre has querido salir con un/a modelo/a?
Tienes que invitar a salir a un mínimo de diez.

¿Quieres publicar un libro? Tienes que escribir un mínimo de diez libros y contactar a un mínimo de diez editoriales con cada uno de ellos.

Homestory: Eddie "The Eagle" on safety in sports and at work
Eddie the Eagle, la mejor historia de perseverancia que conozco

Es muy importante mencionar que, si la meta es muy importante para ti, diez intentos puede ser poco. A veces no es suficiente para poder llamarte fracasado.
Por ejemplo:
Si realmente es importante para tí ser tenista profesional, tienes que jugar mucho más que diez clasificaciones profesionales. ¿Treinta? ¿Cincuenta? ¿Cien? No lo tengo claro. Pero pueden pasar años antes de ver resultados. Además, tienes que hacer todo el entrenamiento correspondiente e invertir en la indumentaria necesaria para poder decir que lo intentaste. Si no, lo único que hiciste fue perder el tiempo.

Si realmente es importante para ti vivir con una pareja, tienes que salir con mucho más de diez mujeres/hombres. Si me preguntas a mí, en este caso me pondría una regla de los cien intentos como mínimo.
Si cien mujeres/hombres te rechazan, puedes aceptar vivir solo. Al menos sabrás que lo intentaste.

¿Quieres tener el trabajo de tus sueños? Diez intentos es poquísimo. Estamos hablando de una de las decisiones más importantes que tienes que elegir: dónde pasarás gran parte de tu vida. Cincuenta entrevistas como mínimo.

Vitas Gerulaitis: Ein schönes, schnelles Leben - tennis MAGAZIN
Vitas Gerulaitis perdió 16 veces seguidas contra Jimmy connors, y ganó el encuentro n°17. En la entrevista post partido dijo «Quiero que todo el mundo sepa que nadie le gana diecisiete veces seguidas a Vitas Gerulaitis»

Diez intentos puede ser poco, pero al menos es un punto de partida para no rendirse antes de tiempo.
Es impresionante la cantidad de veces que nos rendimos al primer intento.
Es autosabotaje en todo su esplendor.

Otro aspecto importante de mencionar: en vez de medir tu fracaso en número de intentos, puedes medirlo en tiempo.
Hugh Jackman, recién graduado de periodismo en la universidad, se dijo a sí mismo: «Intentaré actuar en Hollywood hasta que cumpla 31». Le fue bien en el primer año.
Consigue un trabajo part time que te pague lo mínimo que necesitas, y asiste a entrevistas de trabajos soñados por un mínimo de tres años.
Dedícate a un deporte durante cinco años.
Dedícate a escribir libros durante diez años.

Por último, no puedo terminar este artículo sin antes mencionar una de las formas de autosabotaje más tóxicas de todas: hacer como que lo intentas, cuando en verdad sabes que no lo hiciste.
Si te dicen que tienes que pasar años participando en clasificaciones de torneos de tenis, y te rindes al par de meses, te estás autosaboteando. Sigues en el nivel de gente que no lo intentó.
O si te dicen que para ser tenista tienes que pasar horas y horas entrenando, alimentarte bien, ir al gimnasio, y elongar, y tú lo único que haces es pegarle a la pelota, te estás autosaboteando. Nuevamente, sigues en el nivel de gente que no lo intentó.
Para contar un intento fallido en un tus diez fracasos, tienes que intentarlo con toda la pasión y esfuerzo que se necesita.

En resumen:
Regla de los diez intentos para rendirse.
Ganar el derecho a llamarse fracasado.
Por una vida sin arrepentimientos.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

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