Cómo planificar un viaje buscando maximizar aventuras

En otro artículo, escribí sobre los beneficios de no hacer planes cuando uno viaja.

En resumen, no planificar te ayuda a mantener las expectativas bajas, a dejar que las cosas fluyan, a adaptarte a eventos inesperados, y a estar en el momento presente. Una combinación perfecta para tener momentos inolvidables.

Menos planes llevan a más aventuras.

Sin embargo, es difícil, por no decir imposible, tener absolutamente cero planes. Necesitamos tener un objetivo que nos ayude a levantarnos del sillón y empezar a movernos.

A continuación, haré mi mejor esfuerzo para explicar cómo lo hago para viajar planificando lo mínimo posible.
Hay algunas reglas que me autoimpongo y que me ayudan a no elegir destinos que no me interesan.

¿El objetivo? Maximizar aventuras. Meterte a tí mismo/a en situaciones que jamás habrías imaginado. Asombrarte con lo nuevo en todo momento.

Mi método se divide en cuatro partes.

Parte 1: ¿Cómo elegir el país a visitar?

Que el país que visites cumpla con tres condiciones:

1)Que sepas poco y nada de él. De este modo, todo lo que harás y verás en este país será algo nuevo para ti.

2)Que sea tan distinto a tu país como sea posible. Esto te ayudará a maximizar sorpresas.
¿Eres latino? Asia y África son un buen punto de partida.

3)Que alguien de confianza te haya dicho que es interesante. Puede ser un amigo, un familiar, un escritor de libros de viajes, etc.
Lo importante es que sepas que esta persona es aventurera, y no el típico turista que se saca la foto con las pirámides y después se va a comer un McDonalds en Cairo.
**Puedes saltarte esta regla y así maximizar aventuras. Pero personalmente me gusta usarla como punto de partida. ¿Podría tener aventuras en Paraguay, país del cual no sé nada al respecto? Sí, pero un par de viajeros me dijeron que era aburridísimo. Así que prefiero no ir, y elegir otro país más interesante.

En mi caso, para este viaje en bicicleta elegí como primer destino Turquía. Sabía poco y nada de Turquía, pero un primo viajero (loco como cabra) me dijo que era su país favorito.
No necesitaba averiguar más. No le pregunté por destinos a visitar. Eso quería decidirlo yo cuando estuviese en Estambul.

Aparte de esas tres reglas, acá van tres tendencias generales (que no siempre se cumplen).

Mientras más desarrollado el país, mejor funciona todo, menor la probabilidad de aventura. Por el contrario, mientras menos desarrollado el país, peor funciona todo, mayor la probabilidad de aventura.
Por ejemplo, un viaje en bus/tren por Francia es placer, y nada más que placer. Duermes como angelito.
En cambio, un viaje en tren/bus por India puede ser una batalla campal que termina siendo uno de los recuerdos más memorables de tu viaje.

Mientras más famoso el destino, mayor desarrollo de la industria del turismo, menor la probabilidad de aventura.
Por ejemplo, estoy escribiendo este artículo mientras descanso de la bici en Zanzíbar, Tanzania. Es una isla de playas paradisiacas llena de turistas aburridos, restoranes occidentales, y paseos en bote que te hacen quedarte dormido. Obvio que es entretenido hacer un poco de snorkelling, ¿pero tener una aventura inolvidable? Difícil. Tendría que hacer un esfuerzo para encontrar algo inesperado.

Mientras más pequeño y desconocido sea el pueblo, más abierta es la gente a conocer visitantes, mayor la probabilidad de aventura con esa gente.
Por lo general, cuando pasas en bicicleta por un pueblo no turístico, todo el mundo te quiere conocer. Puedes terminar en cumpleaños de extraños, o hasta incluso en matrimonios iraníes!

Cómo no elegir un destino

1)No elijas visitar la región de un país que está en guerra o con rebeldes, por más aventurero que esto pudiese llegar a sonar.
No se tú, pero me parece de muy mal gusto ser un turista que se está sacando selfies en la plaza del centro de Kiev, Ucrania, mientras todos los locales están escapando del bombardeo ruso. Créeme cuando te digo que sé de muchos viajeros que se han metido a países en medio de una guerra.

2)No elijas un país sólo para decir que estuviste ahí, o para la foto de Instagram.
Antes de elegir un destino que te interesa, pregúntate lo siguiente:
¿Iría a este lugar si no pudiese tomar fotos ni contarle nunca a nadie que estuve aquí?

Difícil no tener aventuras pedaleando en Tíbet


Parte 2: ¿Cómo elegir un medio de transporte para maximizar aventuras?

Como dije antes, un viaje en tren/bus por la India puede ser una aventura inolvidable. Pero no es nada comparado con la aventura que puedes tener si te mueves en un medio de transporte propio.

Tu medio de transporte puede ser una bicicleta, o tus propios pies, o una moto, o un kayak, o un auto, o hasta incluso un monociclo. Hay muchas opciones.

Personalmente, prefiero la bicicleta porque me gusta el ritmo que tiene. Pero si no pudiera elegir la bicicleta, optaría por un medio de transporte que exija esfuerzo físico de mi parte, y que también me lleve a estar expuesto a la intemperie (eso significa descartar la moto y el auto).
Cada uno con su gusto.

Anda al Congo! ¿Qué puede salir mal?


Parte 3: ¿Solo, o con compañía?

Me atrevo a afirmar que viajando solo estás más expuesto a tener aventuras. Si no quieres ser un ermitaño antisocial, estás obligado a conocer a los locales. Y puedes seguir tu propia curiosidad con libertad absoluta.
Sin embargo, si eliges viajar con un compañero/a que está más loco/a que tú, las aventuras se pueden multiplicar.
Nunca viajaría en un grupo de más de tres personas.


Parte 4: Una vez que ya estás en el país, ¿Cómo elegir qué hacer?

Averigua un par de lugares que te interesen de este país, y fíjalos como objetivos a visitar. Mientras más lejos, mejor.

Una vez que elegiste el próximo destino, olvídate de él. No es relevante.
Tu trayecto para llegar a este destino será la verdadera aventura.

Cuando llegué a Estambul, le pregunté al dueño del hostal acerca de lugares bonitos por visitar en Turquía. Me dijo que el sur era lo mejor, así que pasé diez días pedaleando mil kilómetros hasta llegar a las playas del mar mediterráneo. Diez días en los cuales todo lo que hacía y veía era inesperado. Disfruté de las playas cuando llegué al destino, pero lejos lo mejor fue el camino para llegar a ellas.

Una vez que me aburrí de las playas, tenía que fijar otro objetivo. Esta vez elegí Cappadocia, quinientos kilómetros en dirección Nor-Este. Quinientos kilómetros de los cuales no sabía nada al respecto. Quinientos kilómetros de aventuras.

Post Cappadocia, elegí Trabzon. Lo curioso de Trabzon, es que ni siquiera me dijeron que era interesante. Sólo fui porque no tenía dónde más ir, y porque quería ver con mis ojos el Mar Negro (que es bien oscuro, qué quieres que te diga). Elegir Trabzon como destino me llevó a pasar doce días cruzando incontables montañas, y quedarme en la casa de una familia turca por tres de esos doce días.

Creo que se entiende el punto. Llevo ya ocho meses eligiendo destinos de los que sé poco y nada al respecto. Lo único que importa, es que el punto A y el punto B estén bien separados, con tal de asegurarme pasar la mayor parte de mi tiempo moviéndome por lugares desconocidos y no turísticos.

Sal a caminar por el mundo! Tendrás aventuras espirituales


Bonus: otros cuatro consejos cortos que ayudan a maximizar aventuras

1)Nunca reserves alojamiento. Llega al lugar, y ahí decides qué hacer.

2)Nunca reserves un ticket de avión con meses de anticipación. Te limita.

3)Para moverte de punto A al punto B, usa alguna aplicación que cree la ruta por ti. De este modo, no tienes que averiguar sobre el camino, y estarás maximizando sorpresas. Sólo asegúrate que no estés cruzando un lugar peligroso. Yo uso Komoot, pero hay otras como RidewithGPS y Maps.Me (gratis).

4)Lleva contigo todo lo que necesites para acampar.

5)Viaja sin señal en tu teléfono.


¿Y qué hay de aprender de otras culturas?

Aparte de maximizar aventuras, otro objetivo muy interesante de viajar puede ser aprender de otras culturas.

No te preocupes. Lo quieras o no, esta forma de viajar buscando maximizar aventuras te obligará a conocer en detalle la cultura donde estés. Vivirás con la gente local, aprenderás su idioma, comerás con ellos, escucharás su música, y hasta incluso terminarás comportándote un poco como ellos.


Para terminar: intenta viajar tan lento como puedas. Esto te ayudará a entrar en detalle en el lugar donde estés, y tener más aventuras.

Si tienes tan sólo un par de semanas antes de volver al trabajo, quédate en un solo lugar, idealmente no turístico.

Por ejemplo, tengo un amigo que tenía un mes para recorrer Irlanda. En ves de andar moviéndose apurado a cada rincón del país, fue directo al pueblo donde nació su abuela, donde no conocía a nadie. Para cuando terminó el mes, se encontraba siendo alzado por los aires en medio de una fiesta de todo el pueblo, ya que el equipo de fútbol local ganó la liga por primera vez en veinte años! Estoy seguro que ese momento no se le olvidará jamás.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

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