Recién entrando a Burundi desde Tanzania. El país más pobre del mundoGente simpática a orillas del camino me tiene pedaleando con alegríaOlvídate de ver zapatos por estos ladosTípico juego de niños en AfricaA veces a uno se le acaba la comida, y hay que contentarse con sentarse a disfrutar la vistaAlgunos paran a orillas del camino para pedirle fotosal mzungu que anda en bicicletaUna parada a comer significa que todo el pueblo querrá conocerteAlmuerzos por menos de un dólarTrucksurfingLo que daría por la facilidad para correr de estos niñosLa mayor sorpresa que me llevé de Burundi es la alegría de la gente. No me lo esperaba, siendo que es el país más pobre del mundoDespués de semanas cruzando montañas en Uganda, Rwanda y Burundi, y de tener que tratar con ser el único hombre blanco que se ve en la región, el cansancio se empieza a ver en mi caraTípico trabajo que se ve por todo Africa, pero mucho más en Burundi. Cargar pesos ridículos con bicicletas que no entiendo cómo siguen funcionandoMuchos negocios están pintados asíDos días de descanso en la capital, Bujumbura, donde aproveché de extender mi visa. Imagínate un ttámite burocrático en Burundi. Tuve que ir como a diez oficinas distintasA donde sea que voy, me sigue un ejército de niños Carnicerías en Bujumbura. La piel de la vaca está bajo la mesaDespués de un descanso en Bujumbura, vuelvo a pedalear por las orillas del lago TanganyikaAlmorzar aquí hizo que me intoxicara por enésima vezA ratos uno cruza selvas increíbles que desaparecen cuando la gente las corta para plantar palmas, y así después producir aceiteCalma a orillas del lago TanganyikaSe me ocurrió bañarme en el lago. Tiempo después me enteré que bañarse en los lagos de Africa es pésima idea. Puedes contagiarte con enfermedades terriblesEl último día en Burundi consistió en empujar la bicicleta por horas bajo la lluviaCompletamente agotado. Necesito un descanso