Laugavegur trail y viaje a dedo por Islandia, relatado en fotos
Después de mi tercer trekking en un mes por Dolomitas (Italia), tomé un avión a Reykjavik, Islandia. Objetivo en este país: completar el Laugavegur Trail.
Reykjavik, la capital de Islandia. Viven 180.000 personasReykjavikIslandia es carísimo, así que ni pensar en pagar por alojamiento. Por suerte en internet hay gente simpática que se ofrece a alojarteViajé a dedo para llegar a la empezada de Laugavegur trail en Skógafoss, una cascada famosaEl primer día de trekking consistía en caminar en sentido contrario a este ríoA lo largo del río habían 22 cascadas enormesovejas islandesasA los islandeses les gustan los licores dulces como este Opal. Islandia, tierra de volcanesMi disposición para pagar por un camping era 0, así que cada día me escondía para acampar tranquilo sin que me encuentre un guardabosquesGlaciar gigantesco que se ve desde el caminoPaisajes impresionantes que cambian radicalmente cada pocos kilómetrosYo no podía estar más feliz caminando por aquí, pero poco rato después de esta foto me encontré con dos mujeres que lloraban de miedo porque era el primer trekking que hacían en sus vidas. Me hizo pensar en cómo influye la preparación que tienes en una experiencia. El mismo escenario puede ser algo increíble, o una pesadilla.Quería viajar liviano, así que de comida tenía un par de paquetes de quinoa y un par de paquetes de lentejas. Y para saciar el antojo por algo dulce, una cucharada de miel al día.Se hizo tarde, y se levantó un viento brutal. Estuve una hora buscando un lugar donde refugiarme, hasta que finalmente decidí cubrirme detrás de esta roca. Mala ideaA las 5 am el viento cambió de dirección y casi me vuela la carpa. A las 6 am ya estaba caminandoPasé por un paisaje plano y cubierto por ceniza volcánica. Debe ser lo más parecido a la luna que debemos tener aquí en la TierraMe encontré con Steven, un americano de mi edad que me dijo que al día siguiente iba a haber una tormenta brutal que nos dejaría atrapados sin importar dónde nos refugiemos. Junto a él y dos franceses decidimos caminar 34 kilómetros en un día para terminar el trekking sin problemasFríoVapor que sale de la tierraSteven, músico estadounidense. Gran tipo!Uno de los franchutes. Olvidé su nombreMaravilla! después de doce horas de caminata, al final del trekking había un arcoiris completo. También habían termas naturales y un lugar donde acamparComo mi trekking terminó antes de lo esperado, no sabía qué hacer con el resto de mis días en Islandia. Decidí ponerme a hacer dedo en dirección oeste, hacia los westfjordsEn uno de los autos que me llevaron se subió también una polaca que estaba cruzando Islandia a pie junto a su perroMe llevaron a dedo dos alemanes que estaban estudiando un doctorado de química en Suiza. Me hablaron sobre Henry Kissinger y sobre el mundillo tóxico de los doctoradosroadtrip!!Junto a los alemanes llegué a la cascada más bonita que he vistoWestfjordsLlegué a un pueblo llamado Isafjorour, en los Westfjords. Mi objetivo era quedarme tres días ahí y hacerme amigo de todos los localesEn tres días no conocí a un solo localTodas las noches me iba a un bosque a las afueras del pueblo para acamparSi bien no logré mi objetivo de conocer a la gente local, una noche vi auroras boreales!Hice dedo para volver lentamente a Reykjavik (eran 7 horas de manejo). Al poco rato me recogió un islandés que ofreció llevarme directamente a mi destino. Paramos a bañaros en unas termas y hablamos de podcasts, gente loca, hongos alucinógenos y la vida en generalEn Reykjavik me volví a encontrar con Steven y otro americano llamado Dan, que no podía estar más enfermoEn mi último día en Reykjavik el mar estaba tan tranquilo que parecía confundirse con el horizonte.
Siguiente destino: Suecia para juntarme con mis papás y mi hermano después de 13 meses sin verlos.
Juan Pablo Toro
Autor Deportista Nómade
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