Una definición de «salir de la zona de comfort»

«Salir de la zona de comfort» es otro concepto que se usa muchísimo, y se define poco. No soporto un video más de youtube que me diga que salga de mi zona de comfort.

«Salir de la zona de comfort es subjetivo». Todos tenemos nuestra propia definición, la hayamos dicho en voz alta o no.
Te comparto mi definición, y así estaremos en sintonía para los otros artículos.

La definición: Cuando aceptas llevar a cabo un desafío que te  hará sentir incómodo, pero que sabes que mejorará tu vida, estás saliendo de tu zona de comfort.
*Clave la parte de que sabes que mejorará tu vida. Si no, estás sufriendo por nada.

Bilbo Bolsón aceptó ir en búsqueda de un tesoro. Pudo haberse quedado en la Comarca, pero prefirió salir de su zona de comfort, porque sabía que su vida mejoraría una vez llevado a cabo ese desafío.

Lo importante, más allá de la definición de «salir de la zona de comfort», es lo que esto requiere por parte tuya:

Requiere que te sientas incómodo, pero recordando que esa incomodidad te llevará a ser una mejor versión de ti mismo.

Requiere que tengas que luchar con esa voz en tu cabeza que te tira para abajo constantemente, suplicándote que vuelvas a tu zona de comfort, sabiendo que la única forma de lograr lo que quieres es venciendo a esa voz.

Requiere que sufras física y mentalmente, pero recordando que ese sufrimiento es el precio a pagar para alcanzar una vida extraordinaria.
A veces significa dejar la comida chatarra, o dejar el alcohol, o dejar las drogas, o dejar ese postre que tanto te gusta.
Porque sabes que dejar esas cosas te hará mejorar tu salud.

A veces significa salir a hacer ejercicio, a pesar de que te falta motivación y sigues molido por el día anterior. Porque sabes que tener un buen estado físico lo hace todo más fácil, y es necesario por parte tuya ser consistente.

A veces significa sentarte a meditar, a pesar de que lo único que quieres es revisar tus redes sociales. Porque sabes que meditar es una de las claves para entenderte a ti mismo y vivir sin ansiedad.

A veces significa levantarte temprano, a pesar de que está oscuro y hace frío. Porque sabes que hay pocas sensaciones que superan a gobernarse a uno mismo.

A veces significa ducharte con agua fría, a pesar de que con sólo girar una manilla puedes cambiarla a caliente. Porque sabes que, si eres capaz de hacer algo así, eres capaz de mucho más.

A veces significa pararte en un escenario y hablar en público. Porque sabes que, si logras enfrentar ese miedo, bajarás del escenario siendo una persona más valiente.

A veces significa ir a hablarle a esa mujer que te interesa, a pesar de que el 99% de tu ser te dice que no lo hagas. Porque sabes que, si no lo haces, volverás a tu casa arrepentido y sintiéndote un cobarde.

A veces significa dejar tu trabajo, a pesar de que es seguro y te pagan bien. Porque sabes que hay una vida mucho más emocionante para ti que andar vendiendo seguros o analizando inversiones para un banco. Hay una vida extraordinaria esperándote.

A veces significa salir a viajar solo. Porque sabes que viajar solo te obligará a ser más sociable y te ayudará a ganar nuevas perspectivas sobre el mundo, y nuevas perspectivas sobre tu vida cotidiana.

Dicho todo lo anterior, «Salir de la zona de comfort» suena como algo terrible.
Suena como algo malo para tí.
Y lo es, pero a la vez no lo es. Porque te hará sufrir, pero a la vez te hará crecer.
Porque sabes que después de tanta incomodidad hay luz al final del túnel.
Porque ese sufrimiento tiene sentido. Lo elegiste voluntariamente, ya que sabes que es necesario para una vida mejor.
Porque sabes que el sufrimiento es necesario para una vida extraordinaria.

Y siendo que ya sabes que vas a sufrir, ¿No lo hace eso todo más fácil?
Cuando sabes que vas a sufrir, estás mucho más preparado que cuando el sufrimiento viene inesperadamente.

Cuando te bañas con agua fría voluntariamente no te sorprendes y gritas «¡¡Mierda!!»
Porque sabías desde antes que el agua iba a estar fría. Estabas preparado mentalmente para sufrir.
Y sientes el agua fría congelarte la espalda y el pecho y las manos y todo tu cuerpo, y es ahí donde te das cuenta que el agua fría no es tan terrible.
Hasta incluso, se siente bien. Te despierta. Te mejora el ánimo.
Sufriste voluntariamente, y ahora estás mejor.

El sufrimiento es el tipo de cambio para una vida extraordinaria.
Es el precio a pagar para una vida sin arrepentimientos.
Te fijas en otras personas que ya tienen lo que tú tanto deseas, y sabes que lo único que te separa de ellos, es que ellos ya vivieron el sufrimiento que tú tienes que empezar a vivir.

Lo único que separa a un tipo con sobrepeso a un tipo en buena forma, son cientos de horas haciendo deporte, y miles de veces de decirle que no a la comida chatarra. Uno ha sufrido voluntariamente mucho más que el otro.

Lo único que separa a un tipo sin disciplina a un tipo con disciplina, es la disposición para luchar contra uno mismo todos los días. Cientos o miles de veces de enfrentar los impulsos. Cientos o miles de veces de decir que No.

Lo único que separa a un deportista/empresario/artista exitoso a uno que no lo es, son miles de horas de dedicación y de sufrimiento y de preguntarse cómo poder mejorar a diario.

Y ahora que sabes que lo único que te separa de lo que deseas es salir de tu zona de comfort, sentirte incómodo y sufrir, la pregunta es:

¿Cuándo empiezas?
¿Y por qué no ahora?

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

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