Roger Federer consultor

Seguro has escuchado de Roger Federer.
Uno de los mejores tenistas de la historia. Posiblemente el mejor.
20 Grand Slams.
«El reloj suizo». Algunos dicen que ni transpira cuando juega.
Para muchos, yo incluído, perfección en tenis y en vida. Verlo jugar es un regalo.

No conozco a Roger Federer en persona, pero con verle la cara, se nota que es un tipo feliz.
Me atrevería a afirmar que Roger es una de esas personas que, sin importar lo que haga en su vida, es y será feliz.
Sin importar si tiene 20 grandslams, o cero, o si nisiquera intentó ser profesional.
Estoy seguro de que alguien inteligente como él, si no hubiese sido tenista, habría encontrado otro camino para estar contento con su vida.

Ser feliz sin importar lo que uno haga suena como algo bueno. ¿Pero lo es?

Permíteme proponerte el ejemplo de Roger Federer consultor.

ROGER FEDERER CONSULTOR

Imagina a Roger cuando tenía 15 años. Sabe que juega bien tenis, pero no sabe qué tan exitoso podría llegar a ser si es que probase ser un jugador profesional. Viviendo en un país lleno de oportunidades como Suiza, y teniendo tantas opciones, no sabe qué hacer.

Ser tenista profesional es una apuesta arriesgada. El tenis es uno de los deportes más desiguales del mundo en cuanto a reparto de premios. Son miles los que intentan alcanzar el éxito, y tienes que estar entre los cien mejores de esos miles para empezar a ganarte la vida.
Y todos entrenan todos los días. Y todos tienen el mismo sueño.
La competencia es sangrienta.

Supongamos que alguien le explica al joven Roger lo arriesgado que es ser tenista. El miedo y la preocupación por el futuro invade al suizo.
Ser el mejor tenista de la historia es su sueño, pero al mismo tiempo sabe la importancia de ser racional. Sabe que hay otras alternativas que también son buenas.
Roger termina decidiendo estudiar administración de negocios en la mejor universidad de Suiza.

Roger es inteligente, así que le va bien durante toda su carrera. Y no solo eso, ¡le gusta estudiar! Le gusta aprender de microeconomía y esas cosas. Además, juega tenis en su tiempo libre. No se podría pedir una mejor vida universitaria.

Roger se gradúa, y encuentra trabajo en una de las mejores consultoras del país. Pasa el resto de su vida desarrollando una carrera profesional como consultor. Llega a ser el gerente general.
Le gusta su trabajo en la oficina, gana un sueldo excelente, tiene una casa en los alpes suizos con todo lo que siempre quiso, se casa con una mujer que ama, y tiene cuatro hijos: dos gemelos y dos gemelas. Reloj suizo.

Roger Federer consultor es un hombre feliz, no solo porque tiene todo en la vida, sino porque personas como Roger seguirán siendo felices sin importar lo que hagan.

Por favor, no creas que pretendo criticar la vida de un consultor. El ejemplo que te acabo de dar de Roger corporativo es increíble. Este hombre tiene todo lo que alguien podría llegar a pedir. Una linda familia, necesidades básicas cubiertas, y un trabajo que le gusta. ¡Roger es feliz!

Entonces, ¿A qué voy con todo esto?

En ambas vidas, tanto Roger tenista profesional como Roger consultor, el suizo es igual de feliz.
La única diferencia, es que en una de las vidas Roger decidió correr el riesgo de seguir su sueño, y en la otra no.

¡Lo que se habría perdido el mundo si Roger no hubiese seguido su sueño de ser tenista!


En cuánto a él, no hay problema. Porque como consultor es feliz.


Pero para todos los amantes del tenis, habría sido una tragedia.


Todos esos partidos que nos hicieron gritar y emocionarnos, que no habrían pasado.
Todas esas personas que inspiró alrededor del mundo a través de su ejemplo impecable dentro y fuera de la cancha.
Toda esa gente que ha ayudado a través de su fundación, la cual financia con lo que ha ganado en su carrera.
Toda esa gente a la cual Roger les da sentido en sus vidas. Aquellos que lo siguen casi como si el suizo fuera un mesías.

No se puede medir todo el bien que Roger Federer le ha hecho a este mundo como tenista. Sólo cabe agradecerle el hecho de que corrió el riesgo de seguir su sueño.

Escribí este artículo porque no tengo una opinión clara respecto al ejemplo que acabo de dar.

¿Importa seguir tu sueño, si sabes que hay otros caminos mas seguros que también te pueden hacer feliz?
¿O conviene elegir un camino más prudente?

¿Acaso es tu deber hacia los demás seguir tu sueño si es que crees que hay una chance de que el mundo estará mejor gracias a que corriste el riesgo?
¿O no te debería importar en tu decisión el posible impacto que puedas llegar a dar?

En otras palabras, antes de que Roger Federer hubiese decidido qué hacer con su vida, ¿debería haber tomado en cuenta que había una chance de que alegraría la vida de tanta gente con su tenis? ¿O se debería haber preocupado sólo por alcanzar una buena vida sin tomar en cuenta el impacto en el mundo?
Claramente no tenía cómo saber que llegaría a ganar 20 Grand Slams. Pero seguramente sabía que había potencial dentro de él.

No sé si deberíamos tomar en cuenta el impacto en el mundo que podríamos llegar a dar cuando tomamos decisiones, o si deberíamos preocuparnos por nosotros mismos.

Pero algo que sí creo, es lo siguiente: el mundo es mucho mejor gracias a todos esos deportistas que se atrevieron a seguir su sueño.
Y lo mismo digo de escritores,
artistas,
músicos,
emprendedores,
bailarines,
fotógrafos
aventureros,
y todas esas otras personas que tenían una idea que querían llevar a cabo, que sabían que era arriesgada y que había una chance enorme de fracasar, pero aun así eligieron intentarlo.

Porque sabían que, si no lo intentaban, se arrepentirían al final de sus vidas.

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El león albino

El otro día estaba caminando en la playa de Nature’s Valley (Sudáfrica) con un amigo que me estaba alojando en el pueblo, Pieter.

De repente, vemos a lo lejos un objeto irreconocible, distinto de una roca. A medida que nos acercamos podemos distinguir que es un pingüino. Huele horrible, como si todos los animales del océano le hubiesen cagado encima. ¿Las anguilas cagan?

Un pingüino aquí es extraño. En Sudáfrica hay colonias de pingüinos, pero están en Simonstown, a cientos de kilómetros de este lugar. Nuestro amigo aquí presente está más perdido que el teniente Bello.

Una cosa llevó a la otra, y dos horas después estoy yo y Pieter en una camioneta en dirección a un santuario de animales, con el pingüino hediondo a mar dentro de un basurero. Me pregunto qué estará pasando dentro de su cabeza. ¡Debe sentirse como si lo hubiesen abducido unos aliens!

Cuando menciono santuario de animales, me imagino una granja con uno que otro antílope, y quizás otro pingüino. No se me ocurre qué más podría haber ahí.

Apenas entramos al santuario y nos bajamos del auto, nos saluda un leopardo desde el otro lado de una reja. Yo no lo puedo creer. ¿¡Un leopardo?! ¡Nunca había visto uno! ¿De a dónde lo habrán rescatado?

El dueño del santuario nos agradece por traer al pingüino, y viendo mi cara de asombro, se ofrece a darnos una vuelta por el lugar. Nos explica que la mayoría de los animales que cuidan fueron rescatados de granjas privadas en donde crían depredadores para que después «cazadores» puedan venir a matarlos. Nada mejor que la cabeza de un león en la pared de tu living, ¿no?

Aparte del leopardo, vemos gatos salvajes, una hiena, y…un león albino.

¿Sabías que existían los leones albinos? Yo tampoco. Está demás decir que es blanco, pero dejando de lado su color, lo que más me llama la atención es su tamaño. ¡Mansa ni que bestia! Ahora uno entiende por qué estos gatos son tan dominantes. Es muchísimo más grande que los leones que vi en Suazilandia. No estoy exagerando cuando te digo que es el animal más impresionante que he visto.

Mientras Pieter conversa con el dueño del santuario, el león albino y yo nos miramos a los ojos. Intento inutilmente descrifrar qué está pasando por su cabeza. Tiene una cara estoica que no revela la más mínima emoción.

Al rato, la situación empieza a cambiar. Debería estar disfrutando de ver a un animal tan especial. Sin embargo, no puedo evitar sentir que hay algo malo con este león. Al verlo descansando satisfecho dentro de su reja junto a la compañía de otra leona, no puedo evitar sentir que vivir en un santuario le ha quitado parte de su esencia.

Lo comparo con los leones salvajes que vi en Suazilandia, y me pregunto lo siguiente:
¿Qué animal es más feliz? ¿Un león libre que tiene que luchar cada día para sobrevivir en la naturaleza, o un león que vive en un santuario y tiene todo lo que necesita para estar seguro y satisfecho?

No es una pregunta fácil de responder. Nunca vamos a saber qué pasa por la cabeza de cada león con tal de evaluar cuál es más feliz. Pero revisemos los datos.

Ambos casos tienen pros y contras que hacen difícil responder cuál vida es mejor. Una vida libre y dura en la naturaleza, o una vida restringida y fácil en un santuario.

El león que vive en la naturaleza no tiene una vida fácil.


Junto a su manada, gran parte de su día va dirigido a cubrir las necesidades básicas para vivir. Comida, agua, reproducción.

Tienen que pelear con hienas, y fracasar una y otra vez tratando de derribar una presa. Despiertan cada día con la incertidumbre de si cazarán algo o no. Toda la atención debe estar dirigida en el momento presente.


Quizás en primera instancia no suena como una vida atractiva. Pero es esta misma naturaleza infernal lo que saca lo mejor de cada animal.


Si quieres sobrevivir como un león salvaje, tienes que ser impresionantemente fuerte y ágil, y tener los sentidos sensibles en todo momento, y enfocarte en tu objetivo, y cubrir grandes distancias en tu hábitat, y aguantar los malos momentos, y trabajar en equipo. ¡Y rugir!


En otras palabras, tienes que ser un león en todo su esplendor. No hay espacio para debilidad y flojera.


Tan sólo intenta ponerte en la piel de un león o una leona. Imagínate la euforia que sentirías si, después de decenas de intentos, logras derribar a un búfalo que luchaba por su vida. Imagína la adrenalina que debes sentir cuando estás rodeado por hienas hambrientas, y logras espantarlas a través de tus rugidos.


Seguramente has visto esas escenas en documentales donde muestran a un león dando lo mejor de sí para sobrevivir. ¡Es un espectáculo!


La naturaleza es dura, pero da grandes recompensas. Exige de cada animal el mayor de los esfuerzos.

El león albino, quien vive en un santuario, tiene en cambio una vida más fácil.

Despierta, y puede quedarse echado todo el día, sabiendo que, sin importar lo que haga, tendrá comida. Tiene todas sus necesidades básicas cubiertas. No tiene que pasar noches de largo, ni luchar contra hienas, ni cubrir largas distancias, ni aguantar los malos momentos, ni preocuparse por pasar hambre.


No tiene que hacer ninguna de las actividades que hace un león en la naturaleza para aseguarse de que estará bien al final del día.

Suena como la mejor opción, ¿no? ¿Quién no elegiría una vida en un santuario, sin preocupaciones?


Suena como una vida increíble, pero está lejos de serlo.

Al vivir una vida llena de comodidades, el león albino se convierte en un animal débil y alejado de la naturaleza. Flojo. Incapaz de cazar su propia comida. Con sus sentidos desactivados por falta de uso.

Quizás nunca le faltará comida, pero a la vez nunca sabrá cómo se sentirá derribar a un búfalo después de horas y horas de esfuerzo.

Nunca sabrá qué surge de él cuando hay hambre y miseria y tiene que dar lo mejor de su esencia para vivir un día más.

Y acá va la parte más trágica de este león albino. Supongamos que un día este león ve desde su reja a otro león viviendo libremente en la naturaleza. Nota que este león libre es fuerte y ha sido endurecido por el reino animal, y siente envidia. Sabe que ser un león en todo su esplendor debe sentirse increíble. Está a punto de intentar escaparse del santuario, pero es ahí cuando se arrepiente de la locura que está a punto de hacer. Se da cuenta que, sin importar cuánto esfuerzo haga de aquí en adelante, jamás será capaz de ser un león salvaje.


Este león albino, y los animales en cautiverio en general, no pueden volver a la naturaleza, porque nunca aprendieron a vivir en ella.

En otras palabras, son prisioneros de la comodidad de un santuario en donde tienen todo lo que necesitan. Se tienen que contentar con una vida alejada de la naturaleza y sin esfuerzo. Siempre estarán satisfechos. ¿Pero estarán felices con esa libertad limitada?

Hoy en día, cuando nos empieza a ir bien en nuestros trabajos, tendemos a buscar más y más comodidad.

Una casa que tiene todo lo que necesitamos, que hace que no nos dé ganas de salir al exterior. Un auto para que no tengamos que caminar. Comida rica al alcance de tu teléfono.

Me pregunto si, con tanta comodidad, nos estaremos convirtiendo en ese león albino.

Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

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Sudáfrica relatado en fotos

Imposible más feliz por estar en Sudáfrica,el último pais de mi primer viaje en bicicleta por Africa. Estar aqui se siente como un logro inmenso
La primera noche tocó esconderse en una plantación
Encontrar un KFC después de meses sin ver desarrollo
Atardeceres increíbles en la regióm de Kwazulu Natal
«Slow Down»
Sudáfrica está lleno de campings, que yo estoy feliz de pagar para ducharme, lavar ropa y cargar dispositivos. Este, en particular, tenía termas naturales!
En mi caso, la mayor tortura de andar en bici son estas lomas pequeñas que están continuadas una detrás de otra. Subes diez minutos, bajas uno, subes otros diez, bajas uno, y al final del día estás a la misma altura que empezaste
Muchas veces no encontraba lugar natural para acampar, así que me saltaba la reja de un campesino y acampaba escondido. No estoy orgulloso de esto
Parque nacional para mí solo! Silencio absoluto
La gran mayoría de los campos que vi tenían ganado o trigo
Escribiendo artículos para esta misma página dentro de la carpa
Probando nuevas técnicas para protegerme del frío. Funcionó! Mis pies hervían, y no pude dormir porque tenía mucho calor
Las montañas de al fondo son el Drakensberg, una cadena que separa Sudáfrica con Lesotho. Lindísimas!
Cuando hay viento, me gusta seguir pedaleando. Pero este día el viento hacía que me cayera de la bicicleta, así que decidí subirme a una camioneta
Un sudafricano que me llevó cerca de la frontera con Lesotho
Volviendo a entrar a Sudafrica luego de una semana en Lesotho
Mi bici está en un estado deplorable, me siento débil y solo, hace frío, hay viento, llueve mucho, y las subidas nunca se acaban. Es uno de los peores momentos del viaje
No lo estaba pasando bien, pero de todos modos encontraba lugares tranquilos para acampar y disfrutar de no hacer nada
Los pueblos en Sudáfrica tienen un aspecto más desarrollado
Nuevamente se me rompió el cierre de la carpa, así que ponía la red de mosquitos encima para protegerme
Me da frío con ver esta foto
Finalmente llego a East London, en la costa sudafricana! Le hago operación quirúrgica a mi bicicleta, me aloja una familia maravillosa, estar a nivel del mar significa mejor clima. La situación empieza a mejorar
Andrew y Sheryl Hanger me alojaron en East London. Me dieron una clase de cómo ser buena gente
Primera vez viendo el mar en Sudafrica. Meses atras soñaba con este momento
También pude comprar una cocinilla. La anterior se perdió em Malawi
Campos paradisiacos a orillas del mar
Acampé escondido en las tierras de esta familia. En vez de retarme, me invitaron un desayuno contundente y me pude duchar
Candy y su familia me alojaron en Port Elizabeth
A lo largo de la costa, distintas familias me alojaban todos los días. Cada una más increíble que la otra.
A veces no tenía gente que me alojara, y un auto paraba, y el conductor me invitaba a su casa. Dormí en este campo donde el dueño tenía 2000 vacas y me dio una clase sobre la industria de la leche
Pocas veces he sido tan feliz como en la costa sudafricana. Pedaleaba tan lento como podía, sin ganas de llegar a Cape Town
Nature’s Valley. Mi lugar favorito en Sudafrica. Otra familia me encontró en el camino y me alojó
Trekking por Nature’s Valley. Una de las que está adelante es mi anfitriona, Tamsyn. Lamentablemente no tengo foto con ella y su marido Pieter, pero nunca los olvidaré!
Junto a mis anfitriones encontramos a un pingüino extraviado y lo llevamos a un santuario de animales
En el santuario había un leopardo rescatado
Y un león albino. Escribí una historia sobre él
Seguí pedaleando para llegar a Knysna, donde me alojó Peter y Colleen, una pareja en sus sesenta que el 2018 pedalearon desde Amsterdam hasta Cape Town
Peter y Colleen, mis anfitriones en Knysna
Recorriendo Knysna con Peter. Lo que daría por tener su salud cuando tenga sesenta!
Seven passes route
Primera vez que veo un cartel que dice Cape Town. Dado que buscaba caminos que se acercaran a la costa me quedaban 700 kilometros, no 433
Acampé en el garage de unos afrikaans (blancos de origen holandés) muy simpáticos, pero excesivamente borrachos. Uno de ellos meó a un metro de mi carpa
Un señor llamado Lionel me invitó a alojar en su casa a orillas del mar. Esta gente tiene otro nivael de amabilidad
Con Lionel
Lluvia, viento y frío. No importa. Estoy cerca de la meta
Estuve diez minutos contemplando el primer avestruz que vi…
… Sin saber que horas después vería cientos
Cape Agulhas, el punto más al sur de Africa. Separa el Océano Atlántico con el Índico. Estar aquí es irreal
Saqué esta foto para recordar en unos años más lo delgado que me dejó África. Aquí estaba pesando ocho kilos menos de mi peso normal
Acampé cerca de una laguna llena de flamencos. Resulta que estas bellezas salen de
fiesta
Alojándome en Hermanus con Chanelle, Mark y su familia. Perdí mi foto con ellos!
Casi que puedo oler Cape Town con lo cerca que estoy
Whale Route, poco antes de llegar a Cape Town. Efectivamente se ven ballenas. Uno de los caminos mas bonitos del viaje
Llegada a la meta! 8800 km por africa en 5 meses y quince días. Cómo se siente? Raro
Para celebrar le pregunté a un amigo cuál es la mejor hamburguesa de Cape Town
La verdadera meta para mí no era Cape Town, sino Cape of Good Hope. Así que al día siguiente partí pedaleando por un camino lindísumo para llegar al final
Esta es mi verdadera meta. La visualizé decenas de veces a lo largo del camino, y se cumplió exactamente como la veía en mi cabeza. Agradecido por llegar sano
Después de Cape of Good Hope paré en Simonstown, donde viven los pingüinos
Otra familia increible me alojó en Simonstown. Comimos pescado y tomamos vino y celebramos que terminé mi viaje por África.
Karen Lavenders, mi anfitriona en Simonstown
Cuatro días en Cape Town. Aprovechando de descansar de la bici y hacer trekking. Se viene un avion a Rumania!

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Lesotho relatado en fotos

Recién cruzando la frontera y entrando a Maseru, la capital de Lesotho
Iglesia
Me quedé en pana en un pueblo diminuto llamado Roma, y justo habían dos tipos que andaban en mountainbike y tenían los repuestos que necesitaba
Lesotho en invierno significa mucho frío. Y me dio mal de montaña a 1800 metros de altura!! Eso es mas bajo que Farellones. Decepcionado de mi cuerpo
Lesotho es por lejos el país más montañoso en el que he andado en bicicleta. Sufrimiento físici en todo su esplendor
La maldición de las fotos es que no muestran lo empinadas que son estas subidas. En vida real parecía una pared!
Empujando la bicicleta por horas
Los famosos pastores Basotho de Lesotho, que se abrigan con estas mantas que cubren casi todo el cuerpo
Llegué a la nieve… En Africa. Hay nieve en Africa
Este pastor se parece a Gandalf
Casas típicas de Lesotho
Resfriado y con dolor de cabeza, estuve dos días descansando en Semonkong
Uno de los paisajes más bonitos que he visto
Estuve mucho rato leyendo frente al fuego y se me quemaron los ojos. Estuve una semana con sensibilidad y un poco de dolor de cabeza
País montañoso significa paisajes increíbles
Para protegerme del frío fui a la calle a comprar más ropa. Un pantalón, calcetines, guantes, gorro y chal por quince dólares
Muchas montañas de Lesotho tienen esta forma
Poco antes de cruzar a Sudáfrica

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Mozambique relatado en fotos

Recién cruzando a Mozambique desde Malawi junto a un sueco llamado Axel
La primera noche dormimos en un hostal, pero no nos dieron red de mosquitos
Milange, pueblo fronterizo
Al rato de salir de Milange empecé a sentir malestar estomacal
Intoxicado en la mitad de la nada
Se puso a llover, y nos refugiamos en una sala de clases abandonada
Decidí seguir pedaleando a pesar de estar intoxicado. Durante tres días avancé y avancé comiendo poco y nada
El camino tenía varios «puentes» que eran todo un desafío de cruzar
Mozambique es un país pobre
Cruce de río. Yo estoy al fondo
Ya en mejor estado
Cada vez que parábamos se juntaba la gente de los alrededores para observarnos
Acampando en una iglesia abandonada. Una señora se asomó por la ventana y me pidió que le dé un hijo
Cruzando otro río en un bote hecho con la corteza de un árbol
Nos alojó un tipo medio loco llamado Tony
Creo que se nota que perdí peso después de esos días enfermo!
Nos alojamos en un colegio
Típicas chozas que se ven a orillas del camino
Una familia que me dejó acampar en su jardín
Esta carretera es capaz de destruir un tanque
Willie, un tipo que me salvó de una situación complicada. Escribí una historia sobre él
Baobab
Termitas
Los colegios son un lugar excelente para acampar
Decidí pagar por una pieza
Bici en el techo de un bote para llegar a Praia do Tofo
Camino a Praia do Tofo
Descanso en Tofo después de 16 días seguidos de pedaleo
Tocó tormenta
Perla, una italiana de 52 años que ha viajado por todo el mundo en bicicleta
Roi, un israelí con el que me encontré en al menos tres lugares distintos de Africa
Camino eterno hacia Maputo
Último día antes de cruzar a Suazilandia

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Malawi relatado en fotos

Parada a almorzar después de cruzar la frontera entre Tanzania y Malawi junto a un sueco llamado Axel
El segundo día se sumó al equipo una suiza llamada Fabienne
Calles llenas de gente
Acampando a orillas del lago Malawi
Se me ocurrió bañarme en el lago sin saber que está infestado con unos bichos que provocan una enfermedad terrible
Pedaleando a orillas del lago
Parada a almorzar. Esto es un restorán
Empujando la bicicleta por horas para llegar al paradisíaco Mushroom Farm cerca de Livingstonia
Acampando en Mushroom Farm
La vista desde mi carpa
Después de descansar en Mushroom Farm, pedaleo por las montañas de Malawi con lluvia
Pieza privada por menos de cinco dólares
Nkhata Bay
En Malawi, cuando pides un café, por lo general te traen toda la prensa. Maravilla!
Típica casa a orillas del camino
Irá a llover?
Baobab, con persona al lado para comparar
Difícil que los Baobab no sean mis nuevos árboles favoritos
Pueblos llenos de vida e intensidad
Liwonde National Park. Primera vez que veo elefantes e hipopótamos
A punto de cruzar a Mozambique
Acampé en un club de golf y aproveché de jugar
Campos de té cerca de la frontera con Mozambique

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Tanzania relatado en fotos

Temporada de lluvias en Tanzania significa… Creao que ya adivinaste… Mucha lluvia!!
Mi pensamiento era algo tipo: «Cómo mierda decidi voluntariamente venir a Tanzania en bici en temporada de lluvias?»
Pero de repente se despejaba y disfrutaba de estos paisajes
Por lo general lavo mi ropa en los lavamanos, pero en el hostal de Kigoma tenían lavadora! Ahí uno se da cuenta que lavar con jabon no es tan eficiente
Nubes negras que me persiguen
Paradas a almorzar a orillas del camino. Por lo general como porotos con arroz, pero a veces como arroz con porotos
Completamente agotado por Rwanda, Burundi y la lluvia de Tanzania, decido tomar un bus a Dar es Salaam, al otro lado del pais. Escribí una historia respecto a esto
21 horas de viaje en bus. Si chocábamos, este amigo salía disparado como jabalina por la ventana!
Dar es Salaam
Ferry a Zanzíbar. Bienvenido descanso!
Paseando por zanzibar
Descanso. Tratando de aprender cómo se disfruta estar acostado en una playa sin hacer nada
Se nota la bondad en sus caras
Me junté con una pareja de cicloturistas que conocí en Oman meses atrás
Después de diez días descansando en Zanzibar, de vuelta a pedalear camino a Malawi
Gente vendiendo repollo
A punto de cruzar a Malawi

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Burundi relatado en fotos

Recién entrando a Burundi desde Tanzania. El país más pobre del mundo
Gente simpática a orillas del camino me tiene pedaleando con alegría
Olvídate de ver zapatos por estos lados
Típico juego de niños en Africa
A veces a uno se le acaba la comida, y hay que contentarse con sentarse a disfrutar la vista
Algunos paran a orillas del camino para pedirle fotosal mzungu que anda en bicicleta
Una parada a comer significa que todo el pueblo querrá conocerte
Almuerzos por menos de un dólar
Trucksurfing
Lo que daría por la facilidad para correr de estos niños
La mayor sorpresa que me llevé de Burundi es la alegría de la gente. No me lo esperaba, siendo que es el país más pobre del mundo
Después de semanas cruzando montañas en Uganda, Rwanda y Burundi, y de tener que tratar con ser el único hombre blanco que se ve en la región, el cansancio se empieza a ver en mi cara
Típico trabajo que se ve por todo Africa, pero mucho más en Burundi. Cargar pesos ridículos con bicicletas que no entiendo cómo siguen funcionando
Muchos negocios están pintados así
Dos días de descanso en la capital, Bujumbura, donde aproveché de extender mi visa. Imagínate un ttámite burocrático en Burundi. Tuve que ir como a diez oficinas distintas
A donde sea que voy, me sigue un ejército de niños
Carnicerías en Bujumbura. La piel de la vaca está bajo la mesa
Después de un descanso en Bujumbura, vuelvo a pedalear por las orillas del lago Tanganyika
Almorzar aquí hizo que me intoxicara por enésima vez
A ratos uno cruza selvas increíbles que desaparecen cuando la gente las corta para plantar palmas, y así después producir aceite
Calma a orillas del lago Tanganyika
Se me ocurrió bañarme en el lago. Tiempo después me enteré que bañarse en los lagos de Africa es pésima idea. Puedes contagiarte con enfermedades terribles
El último día en Burundi consistió en empujar la bicicleta por horas bajo la lluvia
Completamente agotado. Necesito un descanso

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Rwanda relatado en fotos

Apenas crucé la frontera entre Uganda y Rwanda llegué a un pueblo donde el equipo de futbol local estaba jugando un partido, y la gente se subia a los arboles para poder ver algo
Tipico puesto de frutas a orillas del camino. Estas fueron las primeras personas que vi que no me pidieron plata
Acampando a orillas del lago Kivu. Estaba nublado, pero al otro lado del lago a ratos se veía el Congo
Típico bote en el lago Kivu
Empezando el famoso Congo Nile Trail. Un camino brutal!
Empujando la bici por horas en el Congo Nile Trail
«Give me money!»
«Give me money!»
Típica casa a orillas del camino
Niños que me ayudaron a empujar la bici sin pedirme plata
Almuerzos contundentes por un dólar o menos
Trucksurfing
Campos de té repartidos por Rwanda
A Rwanda le dicen «The land of a thousand hills»
No he visto gente mas dura que esta. Empujan la bicicleta con este peso por horas!
Tantas subidas y gente pidiendo plata empieza a agotarme
Pero los paisajes son paradisiacos
Completamente agotado
Llegué a la capital y estuve dos días descansando en un hostal con una pareja de suizos cicloturistas que estaban tan cansados como yo
Después del descanso en Kigali, camino a la frontera con Tanzania
Pasé gran parte de la noche cruzando un pantano terrorífico, y logré esconderme a orillas de una plantacion de platanos para acampar
Ultimo día antes de cruzar a Tanzania, haciendo las paces con los rwandeses

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Uganda relatado en fotos

Celebrando un cruce exitoso a Uganda
Durante tres días vi estas casas a orilla del camino…
…y este paisaje
La bicicleta como medio de transporte para cargarlo TODO
Gente trabajando en el campo a orillas del camino
Me pregunto en qué momento este señor dice «Creo que no cabe otro repollo en la bici»
Nunca jamás volveré a dormir en un Bar-Motel
Llegada a la capital, Kampala, completamente drenado emocionalmente ya que me tocó ver a un hombre muerto en el camino
Después de descansar en Kampala empiezo a disfrutar más de Uganda
Llegué al ecuador, y un señor se coló a mi foto
Uganda y Rwanda tienen la mejor fruta que he probado
Me encontré con un italiano que me recomendó intentar cruzar a Rwanda a pesar de que la frontera está cerrada. Eso significa una semana de pedaleo por montañas
Spanish omelette era mi forma de recordar que soy de occidente
Típico pueblo en Uganda
En Uganda venden Rolex en todos lados. Es chapati (una especie de tortilla) con huevos, tomate y repollo. Comía al menos dos al día
Las vacas tienen cuernos gigantes
El Matoke es un puré de plátanos verdes que se come muchísimo en Africa
Respeto
Cada vez que paraba a comer en estos lugares pensaba que quizás me enfermaría
Miel natural deliciosa que venden a orillas del camino
Los ultimos días en Uganda consistieron en subir, subir y subir por uno de los caminos más bonitos que he visto
Pedaleando a orillas del lago Buyonyi, cerca de la frontera con Rwanda
Estos niños me ayudaron cargando mis bolsos para salir de un lugar horrible que me metí
Lago Buyonyi
Las subidas no terminan nunca, pero no hay apuro
Este bosque natural parecía brocoli a gran escala
Ya a punto de anochecer, desde la cima de la montaña puedo ver toda la vista panorámica de la región. Sin lugar a dudas de los lugares más bonitos en los que he estado

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