Un resumen no tan resumido del último viaje

Este es un intento por responder las preguntas que me hacen:

I) DATOS

¿Cuánto duró el último viaje?

16 meses.

¿Cuántos países he visitado en total?

47.

¿Qué países visité en el último viaje?

  1. Turquía
  2. Georgia
  3. Armenia
  4. Irán
  5. Emiratos Árabes Unidos
  6. Omán
  7. Kenya
  8. Uganda
  9. Rwanda
  10. Burundi
  11. Tanzania
  12. Malawi
  13. Mozambique
  14. Suazilandia
  15. Lesotho
  16. Sudáfrica
  17. Rumania
  18. Eslovenia
  19. Hungría
  20. Italia (por segunda vez)
  21. Islandia
  22. Suecia
  23. Noruega (incluyendo Svalbard en el círculo polar ártico)
  24. Dinamarca
  25. Bulgaria
  26. Norte de Macedonia
  27. Kosovo
  28. Montenegro
  29. Bosnia and Herzegovina
  30. Croacia
  31. Albania
  32. Grecia
  33. Francia (por tercera vez)

¿Cuántos kilómetros anduve en bicicleta?

18.500

¿Cuántas horas en movimiento sobre la bici?

1185.

¿Cuánto fue la acensión vertical acumulada?

186.000 metros.

¿Cuántas veces me caí en la bici?

Ninguna.

¿Cuántos kilómetros hacía diariamente?

Si el camino era plano, me contentaba con 90 kilómetros o más.

Si el camino tenía mucho desnivel, me contentaba con 70 kilómetros o más.

Sobre 1000 metros de ascensión en un día estaba feliz, sin importar la cantidad de kilómetros.

¿Cuál fue la distancia de pedaleo más larga en un día?

130 kilómetros. Lo curioso es que justo fue el día con más viento en contra que tuve en el viaje.

¿En qué países hice caminatas de varios días?

Georgia (4 días)
Rumania (6 días)
Eslovenia (5 días)
Italia (5 días)
Islandia (4 días)

Mapa con lugares donde dormí en el último viaje (puntos celestes):


II)ESTILO DE VIAJE

¿Por qué solo?

En la sección «viaje» he escrito varios artículos en donde explico en detalle cómo viajar sólo puede ayudarnos a conocernos mejor a nosotros mismos y mejorar nuestras vidas. Estos son:

Viaja solo para descubrir qué quieres hacer con tu vida

Viaja solo para aprender a estar solo

Viaja solo para apreciar más tu vida cotidiana

Viaja para aprender a vivir bien con poco

Viaja solo para ganar perspectiva de tu vida

Viaja solo para descubrir qué es lo que te gusta, y qué no

Viaja solo para probar no tener responsabilidades

Viaja solo para adoptar lo bueno de otras culturas

¿Por qué en bicicleta?

En la sección «viaje y deporte combinados» escribí varios artículos en donde explico en detalle cómo viajar en bicicleta puede ayudarnos a salir de nuestra zona de comfort y mejorar nuestras vidas.

Aprendizajes de cicloturismo, Parte I: una vida de altibajos

Aprendizajes de cicloturismo, Parte II: no importa cómo despiertas

Aprendizajes de cicloturismo, parte III: la importancia de NO hacer planes

Viaja en bicicleta para disfrutar del camino, y olvidarte del destino

Viaja en bicicleta para disfrutar más de los pequeños detalles

Viaja en bicicleta para fomentar el Serendipity en tu vida

El ritmo de viajar en bicicleta es perfecto

Viaja en bicicleta para disminuir el estrés en tu vida

Viaja en bicicleta para sociabilizar más con los locales

¿Por qué en carpa?

Viajar durmiendo en carpa me permitía moverme libremente, sin la necesidad de tener que planificar dónde dormir con anticipación. Unos minutos antes de que oscureciera, compraba comida, llenaba mis botellas de agua, y salía a buscar un lugar donde acampar.

¿Por qué viajar sin señal de internet?

Escribí un artículo dedicado a este tema.

¿Por qué no escuchaba música cuando pedaleaba?

Escribí un artículo dedicado a este tema.



III) LUGARES

¿Cuáles son los lugares más bonitos que he visto? (incluyendo todos los viajes)

La carretera austral en Chile, con mención especial al Parque Nacional Queulat.
El trekking al Everest Base Camp en Nepal.
La región alrededor de Cao Bang, en Vietnam.
El mar mediterráneo en el sur de Turquía.
Cappadocia.
Ugurtasi, un pueblito en las montañas de Turquía donde alojé tres noches con una familia.
Las montañas del Cáucaso en Georgia.
La isla Hormuz en Irán.
La costa de Omán.
El camino a Kaptagat, en Kenya.
El camino a la frontera con Rwanda, en Uganda.
La vista desde Mushroom Farm en Malawi.
Los campos de té en Mulange, Malawi.
La praia do Tofo, en Mozambique.
La cascada de Lesotho.
La costa de Sudáfrica.
El Parque Nacional Triglav, en Eslovenia
Dolomitas en Italia.
Laugavegur trail en Islandia.
El glaciar en Svalbard
Durmitor National Park en Montenegro.
Las playas de Croacia.
La region del Peloponeso en Grecia

¿Algún país que no me haya gustado?

En Armenia se me perdió la billetera y me tuve que operar de apendicitis. Y probablemente fui en un mal momento, ya que hacía mucho frío y el paisaje se veía gris. Y tuve problemas con la burocracia.
Espero no volver. Pero conocí gente increíble!

Lugares extraños donde acampé

Escuelas primarias
Restoranes
Iglesias abandonadas
La terraza de una iglesia pegada a un cementerio
Casas abandonadas
Campos de otras personas (con y sin permiso)
Plazas
Aeropuertos

¿Los mejores países para andar en bicicleta?

Turquía, Omán, Sudáfrica, Montenegro, Grecia.

¿Los países más duros para andar en bicicleta?

Irán, por el desierto y el tráfico.
Rwanda, por las subidas y la gente que pide plata
Mozambique, por la arena, el calor y la escasez de recursos
Lesotho, por las montañas

¿Países que me sorprendieron?

Turquía, por la hospitalidad de la gente.
Omán, por la gente y lo especial que es su cultura.
Burundi, por la alegría de la gente a pesar de que es el país más pobre del mundo.
Rwanda, por lo poco desarrollado que era a pesar de que le dicen la Dubai de África.
Islandia, por lo increíble que es su paisaje.
Montenegro, por su paisaje.
Grecia, por la amabilidad de la gente, los caminos tranquilos, y sus playas

III)OTROS

¿Problemas acampando?

Una vez en Turquía acampé en la orilla de un lago con tantos mosquitos y tijeretas que no podía salir de la carpa, así que tuve que mear en una botella.

Otra vez en Armenia pasé tanto frío que se me durmieron los pies y las manos completamente, y a las 6 am me despertó un perro que tironeaba con su boca una de las cuerdas de la carpa, provocando el equivalente a un terremoto.

En Irán pasé mucho frío acampando.

En África en general la gente encontraba mi escondite casi todos los días que acampaba. Por suerte eran amables.

En Malawi me vino a ver un elefante en la noche.

¿Animales que me visitaron acampando?

Perros
Un ciervo
Un elefante

¿Animales exóticos que vi?

Leones
Leopardos
Jirafas
Zebras
Hipopótamos
Elefantes
Monos
Jabalíes
Antílopes
Hienas
Camaleones
Avestruces
Búfalos

¿Comidas extrañas?

Mucha carne de camello.
Carne de distintos tipos de antílope.
Carne de avestruz.
Una vez vi a un niño vendiendo un anticucho de ratones, pero no lo comí.

¿Cuál era mi presupuesto diario?

$16.000 pesos chilenos al día, sin incluir seguro de viaje y pasajes de avión.

En los once meses y medio entre Medio Oriente y África era fácil mantenerse en el presupuesto. En Europa gasté entre 16.000 y 25.000 al día.

¿Qué fue lo más duro que vi?

Maltrato animal
Animales muertos
Trabajo infantil
Malnutrición infantil
Gente enferma con polio
Un hombre muerto a orillas del camino

¿Pasé por situaciones peligrosas?

En Armenia me tuve que operar de apendicitis.
En Irán un tipo intentó atropellarme a propósito.
En Kenya me atacó un búfalo.
En Malawi me atacó un enjambre de avispas.
Aparte de eso, muchos autos y camiones que pasaron cerca de mí.
**Nunca me trataron de asaltar o robar.

¿Momentos donde tuve miedo?

En Georgia me siguieron por un rato unos tipos que afirmaron ser policías, pero probablemente no lo eran.
Cuando estaba en el hospital en Armenia poco antes de que me operaran del apéndice.
Cuando me trataron de atropellar a propósito en Irán.
Cuando me atacó un búfalo en Kenya.
Cuando crucé un pantano en medio de la noche en Rwanda.
Cuando me subí a un bus en Tanzania.
Cuando me intoxiqué en medio de la nada en Mozambique.

¿Lo más difícil de viajar en bicicleta?

Autos y camiones que te pasan rozando
Viento en contra
Perros que te atacan
Lluvia y nieve
Frío y Calor
Caminos en mal estado
Problemas mecánicos con la bici
Subidas empinadas en donde es necesario empujar la bici

¿Lo más difícil de viajar por harto tiempo?

Que uno se pierde momentos importantes de la familia y amigos.
Separarse de personas increíbles que quizás nunca volverás a ver.

¿Lo mejor de acampar?

Contacto con la naturaleza
Buenas vistas
Sensación de libertad
Se duerme mejor

¿Lo peor de acampar?

Tener que salir de la carpa para ir al baño en una noche fría.
Que se te moje la carpa
Cuando se levanta el viento en medio de la noche
Cuando hay gente que encuentra tu escondite.

¿Gente favorita?

Turcos, omaníes, griegos y sudafricanos.

¿Arrepentimientos?

No haber sacado más fotos a personas.
No haber visto más amaneceres.
No haber pasado más tiempo en Turquía y Sudáfrica, teniendo hasta tres meses de visa en cada uno.
No haberle pedido que se quedara.

¿Enfermedades o problemas de salud?

Incontables resfríos e intoxicaciones.
Apendicitis.

¿Qué tan delgado llegué a estar?

En Mozambique llegué a pesar 8 kilos menos de lo que peso normalmente.

¿Por qué Deportista Nómade se llama así?

Siendo que la idea del blog es explorar cómo se puede combinar viaje con deporte para mejorar nuestras vidas, quería un nombre que incluyera Deporte y Viaje.
No se me ocurrió nada mejor.

Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

Dos tipos de libertad

Dos tipos de libertad.

El primer tipo de libertad es «Libertad para».

Libertad para juntarte con tus amigos cuando quieras y donde quieras.

Libertad para pasar tiempo de calidad con tu pareja y tu familia.

Libertad para llevar a cabo tus propios proyectos y emprendimientos.

Libertad para hacer el hobby que quieras cuando quieras y donde quieras.

Libertad para viajar por el mundo a tu propio ritmo, cuando quieras y donde quieras.

«Libertad para» es el típico tipo de libertad que todos deseamos.
Es necesario para una vida de calidad.
Se obtiene a través de libertad financiera (ahorros que te permitan dejar un trabajo que no te gusta para alcanzar la vida que quieras),
saber priorizar (decir que sí a lo que consideramos esencial y decir que no a lo que no queremos hacer),
y saber administrar el tiempo.

Ser un nómada digital te da la libertad para vivir como quieras

El segundo tipo es «Libertad de».

Libre de necesitar chatarra y azúcar para disfrutar de una buena comida.

Libre de necesitar alcohol y drogas para pasarlo bien en un evento social.

Libre de necesitar atención para sentirnos bien con nosotros mismos.

Libre de necesitar una casa grande, un auto último modelo y cincuenta pares de zapatos para sentirnos satisfechos con lo que tenemos.

Libre de necesitar una ducha caliente, una cama y calefacción para estar cómodos en todo momento.

Libre de necesitar redes sociales o música o podcasts sólo para no tener que enfrentar nuestros pensamientos cuando no tenemos distracciones.

En otras palabras, libre de adicciones y comodidades para estar bien.

«Libertad de» es un tipo de libertad que, al igual que «Libertad para», también es necesario para una vida de calidad, pero que tendemos a dejar de lado porque es difícil de alcanzar. Porque exige de nosotros disciplina y salir de la zona de comfort.
Sentirse incómodo.
Y sentirse incómodo requiere, obviamente, no sentirse bien por un rato.

Salir a correr o ir al gimnasio para aprender a estar bien a pesar de estar cansados. Esto nos ayuda a desarrollar fuerza física y mental, y a sufrir menos.

Meditar para aprender a estar bien a pesar de no tener estímulos externos.

Hacer ayuno para aprender a estar bien sin tener que estar comiendo cada dos horas.

Ducharse con agua fría para aprender a estar bien sin tener que estar cómodos y en la temperatura perfecta en todo momento.

Practicar sencillez material para aprender a vivir bien con poco.

Etc.

Un monje budista busca ser libre de todo tipo de deseos y comodidades

Acá va la parte más difícil: la «Libertad de» exige que tengas que trabajar por ella todos los días. De otro modo volvemos a nuestras adicciones y a la necesidad de estar cómodos.
Es una batalla contra tus propios impulsos irracionales que cada mañana empieza desde cero.

Viajar en bicicleta durmiendo en carpa ayuda a alcanzar nuestra «Libertad para», pero más importante aún, nos ayuda a alcanzar nuestra «Libertad de».

Lo quieras o no, viajando en bicicleta estarás cansado físicamente, pasarás frío, pedalearás por horas contra el viento, te mojarás por la lluvia, pasarás horas enfrentando tus propios pensamientos sobre el pedal, y estarás obligado a vivir con poco.

Pero al final del día te sentirás libre.

**Este concepto de Libertad para y Libertad de se atribuye a Isaiah Berlin.

Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

104 consejos cortos para viajar en bicicleta

¿Qué consejos me habría gustado escuchar antes de empezar a viajar por el mundo en bicicleta?

Durante los últimos meses fui anotando en una lista todos los consejos que se me ocurrieron o me dieron. En total son 104, y los separé por categorías. Iré actualizando el listado con el paso del tiempo.

Básico

  1. Elige la temporada correcta para visitar un país. Puede ser la diferencia entre una experiencia increíble y una horrenda.
  2. Si alguien se acerca a hablarte en un lugar turístico, asume que quiere tu plata. Si alguien se acerca en un lugar no turístico, asume que quiere ayudarte o conversar. No siempre es verdad, pero te ahorrará muchos problemas.
  3. Hazle un favor al mundo y a tí mismo, y no visites un país que está en guerra.
  4. Prueba distintas rutinas y hábitos para descubrir cuál es tu forma favorita de viajar.
  5. Viajar con otra persona es un gran compromiso. Cuidado al momento de tomar la decisión.
  6. Nunca tomar decisiones importantes estando cansado o con hambre.
Sigue el consejo 1. No vayas a Tanzania en temporada de lluvias

Ropa y equipo de camping

  1. Anteriormente en otro artículo escribí un listado de cosas para llevar.
  2. Si traes un computador o tablet, asegúrate que tenga funda dura para que no se rompa en tu mochila.
  3. No es necesaria una cocinilla a combustible marca MSR, a menos que vayas al polo norte o algo por el estilo. Elegiría una cocinilla a gas mil veces.
  4. Invierte en un cargador solar de buena calidad.
  5. Si vas a un lugar frío o que llueve harto, asegúrate de tener el equipo correcto. Si no, prepárate para pasarlo mal. Invierte en una carpa buena, un colchón inflable y saco de dormir down que aguante temperaturas bajo cero.
  6. Si quieres acampar pero es imprescindible para ti una ducha, compra una bolsa de diez litros que puedas llenar al final del día.
  7. Para mantener orden: separa todo en bolsas, y asegúrate de guardar todo siempre en el mismo lugar.
  8. Zip liners y cinta gris hacen maravillas para arreglar problemas.
  9. Un buen sombrero puede ser la diferencia entre estar bien o desmayarse por el calor.
  10. Ninguna chaqueta aguanta horas y horas de lluvia fuerte, por más cara que sea. El agua entra por todos lados. Las chaquetas de pescadores sí aguantan la lluvia, pero son pesadas.
  11. Que tu botiquín de primeros auxilios tenga una carcasa dura y sea a prueba de agua (o esté protegido por bolsas plásticas).
  12. Que tu carpa sea capaz de sostenerse de pie sin estacas (free standing tent en inglés). Por distintas razones, a veces es necesario acampar sobre pizos duros donde no se puede clavar una estaca. Importante también que el color sea oscuro (para que no te encuentren cuando hagas wildcamping) y que tenga una terraza donde dejar los bolsos.
  13. Invierte en un filtro de agua.
  14. Invierte en un kindle. Cientos de libros en un dispositivo que ocupa menos espacio que un libro.
  15. La mejor tela que conozco hasta el momento es lana merino. No agarra mal olor, es cómoda, no hay que lavarla tan seguido, y abriga muy bien. Pero es cara.

Bicicleta

  1. Invierte en una bici de cicloturismo, teniendo en cuenta que puedes encontar bicis usadas de muy buena calidad y a buen precio. Entre una bici nueva que no cumple con lo que necesites y una bici de segunda mano que sí cumple, elegiría la segunda opción.
  2. Que tu equipo no limite tus decisiones. Ten una bicicleta con la que puedas meterte al camino que quieras.
  3. Si funciona, no lo arregles. Lo único que hay que cambiar periódicamente son las pastillas de freno, las ruedas y la cadena.
  4. Asegúrate que tu manubrio tenga distintas posiciones para las manos, con tal de evitar que se te duerman.
  5. Reparte el peso de la bicicleta adelante, al medio y atrás. Te lo dice alguien que puso todo su peso atrás y se arrepiente.
  6. Invierte en ruedas marca Schwalbe Marathon. Menos pinchazos.
  7. Invierte en un sillín cómodo. «Brooks England» es la marca que usan los cicloturistas europeos.
  8. Que tu cadena sea marca Shimano. Es fácil de encontrar repuesto.
  9. Amarra tus alforjas con un pulpo extra, para que se mueva menos.
  10. Limpia tu cadena periódicamente, sobre todo si está sonando mucho.
  11. Invierte en una luz frontal y trasera para la bicicleta.
  12. Puedes hacer mantención a tu cadena con bencina, aceite, y un cepillo de dientes.
  13. Para evitar pinchazos: esquiva los restos de rueda de camión, pedazos de vidrio roto, e intenta no pedalear en lugares con muchas espinas.
  14. Asegúrate que hayan muchos bolsillos para sacar cosas fácilmente. Un bolso para el marco o uno para el manubrio es buena idea.
Ejemplo de cómo NO repartir el peso en una bicicleta, con todo el peso atrás

Camping

  1. Wild camping: Antes de elegir un lugar para acampar, asegúrate que nadie te esté viendo, y que no sea posible que te vean desde el camino.
  2. Uno de los aspectos más descuidados para protegerte del frío es tener una colchoneta con buen aislamiento. El aislamiento se mide con un valor «R» que debería aparecer en la caja del producto.
  3. Muchas carpas tienen «terrazas», un espacio que no tiene suelo pero está cubierto por un techo. Es muy útil para cuando esté lloviendo y necesites cocinar de forma segura.
  4. Es mejor que tu carpa sea de colores oscuros. Es más fácil esconderse cuando haces wildcamping.

Alojamiento

  1. No es necesario reservar una pieza por adelantado, a menos que estés en una ciudad donde hay un festival o un evento importante.
  2. Técnica de negociación para que te bajen el precio de un hotel. Dile al recepcionista: «me encantaría quedarme aquí, pero lamentablemente está fuera de mi presupuesto». Luego quédate callado hasta que la persona te rebaje el precio. Repite el ejercicio hasta que llegues a lo que quieres pagar.
  3. Intenta evitar negociar cuando la situación es difícil (cuando estas cansado, o mojado por la lluvia, o llegaste en medio de la noche)
  4. Dos aplicaciones donde anfitriones ofrecen alojamiento gratuito: Warmshowers y Couchsurfing.

Gastos

  1. Anteriormente escribí un listado con técnicas para gastar poco cuando viajas.
  2. Antes de comprar un ticket de avión, asegúrate de que no te cobren en exceso por llevar una bicicleta (Qatar airways es buena opción).
  3. Antes de cruzar a un país, asegúrate de conocer el tipo de cambio. Y pregunta si es que hay un mercado negro donde el cambio es mejor. Que no te pase que te estafen cambiando plata el primer día.
  4. Por lo general los bancos tienen los peores tipos de cambio.
  5. Si tienes dólares en efectivo, asegúrate de que sean nuevos. En algunos países te rechazan dólares antiguos.
  6. Siempre pregunta el precio de una comida antes de ordenar en un restorán. Especialmente en lugares turísticos.
  7. Muchas veces los Car Wash no te cobran por limpiar rápido la bici.
  8. Son demasiadas las oportunidades para que te cobren demás o para ser estafado. Asume que alguna vez te va a pasar, y recuerda que no es tan terrible.
El equivalente a 20 dólares en iranian rial

Salud

  1. Asegúrate de no enfermarte por detalles fáciles de prevenir. Mantente limpio, lávate las manos, ten contigo los remedios básicos, lo necesario para limpiar heridas, vacunas al día, y un buen seguro médico.
  2. Pedalear todo el día no significa que puedas comer la mierda que quieras.
  3. Elonga al final de cada día.
  4. Puedes usar una botella marca Nalgene para masajear un músculo apretado.
  5. Lee las condiciones generales de tu seguro médico. No el resumen de lo que cubre; las condiciones generales. Ese pdf de 70 paginas que nadie lee. Te sorprenderías cómo te pueden llegar a estafar.
  6. Entre comer algo que muy probablemente te caerá mal y no comer, elige no comer.
  7. Asume que te vas a enfermar en algún momento, y recuerda que no es tan terrible. A todos les pasa.
  8. Si hace mucho frío, presta especial cuidado en abrigar tu cabeza y no perder calor. Apenas termines de pedalear abrígate con ropa seca.
Enfermarse en la India

Comida

  1. Lleva contigo una lata de porotos de emergencia en caso de que pasen muchos kilómetros sin encontrar comida.
  2. Dos alternativas baratas y fáciles de cocinar para reemplazar los tallarines: lentejas rojas y cous cous.
  3. Para ahorrar gas: en vez de cocinar tallarines por diez minutos, puedes cocinarlos durante cinco y luego dejarlos reposar hasta que estén listos.
  4. A menos que estés cruzando un desierto, no es necesario llevar contigo más de dos litros de agua, pero rellena las botellas cada vez que puedas.
  5. Que tu antojo sea local. Es más barato, y se disfruta muchísimo. En Turquía come kebap y baklavas, en Georgia come kachapuri, en Uganda come Rolex, en Kenya come chapati, etc…no te limites a comer chocolate en todos lados, siendo que en ciertas partes cuesta carísimo

Seguridad y prevención de accidentes

  1. Cuando escuches un camión acercándose a tí, actúa como si hubieses perdido un poco el control de tu bicicleta haciendo zig zags. El camión te dará mas espacio.
  2. Otra opción para ganar espacio contra los camiones: amarra una rama en tus alforjas.
  3. Usa casco. Invierte en uno liviano y cómodo. Son muchos los viajeros que no lo hacen.
  4. Usa anteojos para que no te entre mierda en los ojos, sobre todo en las bajadas.
  5. Pedalea más lento de lo que te sientas capaz. Y si estás entrando o saliendo de una ciudad, pedalea excesivamente lento. Muchas veces los accidentes pasan porque no tenemos control sobre la bici.
  6. Evita autopistas. Vas más rápido, pero son peligrosas y aburridas. Si quieres viajar rápido, no debiste haber elegido una bicicleta.
  7. Si alguien intenta provocarte a orillas del camino, lo mejor que puedes hacer es actuar como si no lo hubieses visto/ escuchado, y seguir pedaleando.
  8. Haz todo lo posible para que no te separen de tu pasaporte.
  9. Ten especial cuidado de tu bicicleta cuando la estés usando sin las alforjas. Es más fácil de robar.
  10. Pedalea asumiendo que los buses y camiones no te van a respetar, porque ese es el caso. Sobre todo en África.
  11. Muchas veces son los niños quienes roban. Atento.
  12. Si un desconocido te pregunta a dónde vas o hasta cuando te quedas en un lugar, es mejor dar una respuesta general. Hay que tener cuidado con dar mucho detalle.
  13. Cuando pares en un restorán, siéntate en un lugar donde puedas ver la bicicleta.
  14. Utiliza un candado de bicicletas
  15. Para protegerte de ataques de perros: bájate de la bici y amenázalos con lanzarles una piedra. Si quieres aún más protección, algunas tiendas outdoor venden un dispositivo que emite un sonido muy incómodo para los perros, que logra que se alejen sin causarles daño.
Camiones, enemigo n°1 de un ciclista

Prevención de errores

  1. Si tienes una botella con aceite o una con bencina, guárdalas en al menos dos bolsas plásticas.
  2. Nunca metas ropa mojada dentro de la mochila. Sécala mientras pedaleas.
  3. Usa bolsas plásticas para proteger tus cosas del agua, sin importar si están o no dentro de las alforjas.
  4. No te saques fotos en un cruce fronterizo. En muchos países está prohibido.
  5. Averigua si una frontera está abierta o cerrada para turistas antes de llegar a ella. Muchas están cerradas, y muchas son sólo para los locales.
  6. Es importante ser extremadamente simpático y paciente con los policías.

Trabajo mental y decisiones

  1. Pedalea sin escuchar música. Acá está mi explicación.
  2. No cuentes países como indicador de éxito. Acá está mi explicación.
  3. Viaja sin señal de internet. Acá está mi explicación.
  4. Las mejores aventuras pasan cuando tienes que cruzar un lugar donde no sabes nada al respecto.
  5. Sólo visita un lugar si realmente te da curiosidad. Antes de ir a un lugar, pregúntate: Iría si nunca nadie pudiese saber que estuve aquí? Así evitas ir a lugares sólo por status social.
  6. Mientras más montañas, más duro, y más se disfruta el camino.
  7. Si después de horas pedaleando aun no encuentras motivación, probablemente necesitas un descanso.
  8. Para evitar que te de nostalgia: de vez en cuando trata de imitar a la perfección la vida en tu país. Cocina tus platos favoritos, llama a tus cercanos, y haz la misma rutina que hacías en casa. Anda al cine!
  9. La lluvia es terrible justo antes de empezar, pero una vez que ya estás mojado te das cuenta que es solo agua.
  10. Nunca tomes decisiones importantes cansado por la bicleta, o con sueño, o con hambre, o de mal humor porque te pasó algo malo.
  11. Cuando haya mucho viento, ponte un gorro o un pañuelo que te tape las orejas. No te va a ayudar a pedalear más rápido, pero el viento no será tan desagradable.

Recuerdos

  1. Grábate a ti mismo hablándole a tu persona del futuro, contando tu experiencia en los últimos días. En unos años más esos videos serán un tesoro.
  2. No hay mejor recuerdo que escribir en un diario. Clave hacerlo todos los días porque se tiene la memoria fresca.

Conocer a los locales

  1. Para conocer a los locales, pregúntales si conocen un lugar donde poder acampar gratis.
  2. Otra alternativa para conocer a los locales: juega a lo que sea que ellos jueguen. Cartas, deportes, etc.
  3. Nunca devuelvas un favor con plata. Puede llegar a ser un insulto.
  4. Si alguien te da mala espina, aléjate. No es necesario esperar a que te hagan algo malo para desconfiar de alguien. Puedes alejarte de esa persona sin tratarla mal.

 Mención especial a África

  1. No empieces tu primer viaje de bicicleta en África. Primero gana experiencia en cualquier otra parte del mundo.
  2. Para evitar malaria: repelente, pantalones, camisa manga larga, un test de malaria, y medicina para malaria con tal de poder llegar a la clínica a tiempo.
  3. Si estás en Rwanda y te desespera todo lo que te piden plata, recuerda que no eres capaz de imaginar todo lo que ha vivido esta gente, y que viniste por voluntad propia.
  4. Aprende de historia africana. Genocidios, colonialismo, great african war, etc. Viajar por el continente se vuelve mucho más interesante.
  5. Cosas que se encuentran en todos los pueblos de áfrica del este: huevos, coca cola, alcohol, peluquería, tomates, plátanos, ugali, matoke, arroz con porotos, un mecánico que te arreglará la bici a martillazos, y taxistas de moto que te gritarán provocativamente.
  6. África está lleno de gente en todos lados. Si el espacio personal es muy importante para tí, quizás este no es el lugar indicado.
  7. Asume que en África la mayoría del tiempo no encontrarás lavadora de ropa, ni ducha caliente, ni wifi, ni un lugar para sentarte a descansar en solitario, ni lentejas (o cualquier otra comida que pensabas que estaba en todo el mundo), ni repuestos para la bici, etc. Cualquier comodidad que pienses que es lo mínimo, asume que en África no la encontrarás la mayoría del tiempo. Y recuerda que no es tan terrible. Uno se acostumbra a todo.
  8. Si tienes que tratar con un oficial corrupto, preséntate con tu nombre y mantén la conversación tan calmada como sea posible. Y no dejes que se lleve tu pasaporte.

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Viaja en bicicleta para sociabilizar más con los locales

Algo inesperado que descubrí en este viaje:

Viajar en bicicleta te ayuda a conocer a los locales con menos esfuerzo.

Hay dos razones por las cuales es más fácil conocer locales cuando te viajas en bici:

La primera razón, es que cuando te mueves de punto A a punto B en bicicleta, estás obligado a parar en pueblos no turísticos. Cientos de poblados que pasarías de largo si estuvieras viajando en bus, moto, auto, o tren.
Lo bueno de parar en estos lugares, es que por lo general la gente es muy abierta a conversar y a invitarte a pasar un tiempo con ellos.

El caso contrario vendría siendo un pueblo turístico, donde los locales te ven como una billetera andante, y por lo general se acercan a ti con la intención de ganar dinero.

Entre que tienes hambre y quieres comprar algo, o tienes que encontrar un lugar para dormir, o simplemente quieres sentarte a descansar, habrán incontables momentos en los que te detendrás en pueblos que ni siquiera sabrás el nombre. No te darás ni cuenta, y los locales se te estarán acercando para ofrecerte ayuda, o invitarte a tomar té, o invitarte a comer, o invitarte a pasar la noche en sus casas, o hasta incluso te invitarán a cumpleaños y matrimonios.
Serán unas de las experiencias más memorables de tu viaje.

con una familia iraní que me invitó a alojar y a un matrimonio

La segunda razón, es que cuando viajas en bicicleta, aparentas ser una persona interesante.

No importa si esto verdad o no. Lo importante, es que provocas una buena primera impresión. Los locales te verán sucio y cansado, y tendrán una curiosidad genuina para acercarse a conversar contigo.
En vez de verte como un turista rico que ha venido a sacar fotos y tomar cerveza, te verán como un tipo loco que seguramente tiene una que otra historia entretenida para contar.
Sin que hagas ningún esfuerzo para conversar con los locales, en pocos minutos ellos se estarán acercando a ti.

con otra familia iraní que me invitó a comer y celebrar Yalda, la noche más larga del año

Conocer a los locales es uno de los mejores métodos que los viajeros podemos aprovechar para conocer en detalle la cultura de un país. Son los locales quienes te muestran cómo es realmente la vida del lugar que estás visitando. Te invitarán a conocer dónde duermen, qué música escuchan, qué comen, qué celebran, en qué creen, cómo se visten, y cómo se relacionan unos con otros.
Estarás absorbiendo nueva información como una esponja.

Viaja en bicicleta para sociabilizar más con los locales, y tener una experiencia inolvidable.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

Viaja en bicicleta para disminuir el estrés en tu vida

¿Te sientes ansioso?

¿Te sientes estresado? ¿Cansado de tanta intensidad?

¿Sientes que estás corriendo a todos lados? ¿Que no tienes tiempo libre? ¿Que tienes que pasar cada hora de tu vida haciendo algo productivo?

¿Sientes que tu vida está pasando a mil kilómetros por hora?

Te entiendo. Con la intensidad de la vida en la ciudad, es difícil no pasar todo el día ocupado, corriendo de un lugar a otro.

Tenemos más reuniones que las que podemos asistir, más proyectos que los que podemos completar, y una bandeja de entrada llena de emails que nos tomará una eternidad contestar.
Y ni hablar de la guerra a la que entramos cada vez que tenemos que manejar por una ciudad grande como lo es Santiago de Chile.

No solo eso: ¡También estamos corriendo fuera del trabajo! Es tanto lo ocupados que estamos, que tenemos que agendar reuniones con amigos con días de anticipación.

¿Cómo puede ser que como sociedad nos hayamos inclinado a una vida tan estresante?

Tú y yo sabemos que un estilo de vida así de estresante no puede ser bueno a largo plazo.

Fight Club - Edward Norton Обои (147695) - Fanpop

Si seguimos así, tendremos setenta años y estaremos gordos, con problemas en la espalda, con diabetes, y tomando pastillas para bajar la presión arterial. En cualquier momento nos dará un infarto.
Más aun, tendremos una crisis existencial. Nos estaremos preguntando qué pasó con ese viaje por China que siempre quisimos hacer y no hicimos, o ese libro que siempre quisimos escribir y no escribimos, esa maratón que quisimos correr y no corrimos.
Nos estaremos preguntando en qué momento empezamos a descuidar los pequeños detalles. Disfrutar de pasar tiempo en la naturaleza, jugar con un perro, pasar tiempo con seres queridos, meditar, reflexionar, contemplar la vida.

Quizás es momento de desacelerarnos.
Buscar una vida más calmada, con menos estrés.

Tomorrow is Good: will we ever get rid of the traffic jam? - Innovation  Origins

Hay muchas alternativas para tener una vida con menos estrés, pero considera lo siguiente como punto de partida: sal a viajar en bicicleta.

Viajar en bicicleta es una de las mejores herramientas que tenemos para aprender a vivir sin estrés y desacelerar nuestras vidas.
No más moverse de un lugar a otro a toda velocidad. No más vida estresante.
Es hora de moverse lento, con calma. Limitados a nuestro propio esfuerzo físico.

Como dicen en la Patagonia: «El que se apura pierde su tiempo».

Cuando viajas en bicicleta estás obligado a ser paciente. No hay otra opción.
¿Quieres llegar a ese pueblo bonito que queda a ochenta kilómetros en medio de las montañas?
Prepárate, porque te tomará todo un día de moverte a paso de tortuga.
Lo quieras o no, tendrás que avanzar a un promedio de diecisiete kilómetros por hora. Ocho, si es que estás en una subida.

Al principio, tu mentalidad de ciudadano estresado se quejará con todas tus fuerzas.
«¡Esto es una pérdida de tiempo! ¡Si tomaras un bus estarías en ese pueblo en un par de horas!», intentará decirte.

Pero no te preocupes; la bicicleta se encargará de brindarle puñetazos en el estómago a esa voz ciudadana hasta asegurarse de que esté inconsciente en el piso.

Imagínate tener la calma de este señor. Manejar tu moto hasta llegar al campo, sacar una silla plegable, y sentarse

Poco a poco, te darás cuenta que la vida se disfruta más cuando no necesitas ir de un lugar a otro a toda velocidad. Sin tener que estar ocupado en todo momento.
Descubrirás que hay pocos placeres tan grandes como parar a orillas del camino a comer una manzana, disfrutando de un paisaje que te gustó.

Contemplar la naturaleza.
Disfrutar del silencio.
Apreciar el vuelo de una bandada de aves.
Sentir el viento en tu cara.
Relajarte bajo la sombra de un árbol.

The Edge of the Precipice: Frodo: A Guest Post by Heidi
Relajarse bajo un árbol

Descubrirás que, en realidad, no tiene sentido vivir apurados.
¿A dónde tenemos que llegar?

¿No era que tenemos una sola vida, y es nuestra misión disfrutarla?

Para cuando vuelvas a tu vida en la ciudad, querrás hacer lo que sea que esté a tu alcance con tal de cambiar esa vida estresante que llevabas antes de tu viaje en bicicleta.
Porque ahora sabes que una vida en la que te mueves con calma y paciencia es mucho mejor.

Viaja en bicicleta para aprender a ser paciente.

Viaja en bicicleta para desacelerarte y disminuir el estrés en tu vida.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

¿Qué música escuchar cuando se pedalea? Ninguna

Uno de los desafíos más grandes de viajar en bicicleta es mantener la mente ocupada mientras pedaleas.

Son horas y horas cada día en las que estás sentado/a en ese sillín rompeculos, sufriendo el cruce de una montaña o tratando de apreciar un desierto inapreciable.
Tantas horas de ejercicio e incomodidad pueden llegar a transformarse en una tortura china.

Por eso mismo, es común escuchar a leyendas del cicloturismo que recomiendan escuchar música, o un podcast, o un audiolibro mientras pedaleas.

Suena como una buena alternativa. No sólo distraes la mente, ¡puedes incluso aprender algo nuevo!
Imagínate la cantidad de libros que puedes escuchar a lo largo de quinientas horas de pedaleo. Para cuando terminas tu viaje, eres un sabio.

No pretendo llevarle la contra a gente que le ha dado la vuelta al mundo en bicicleta. Ellos saben más que yo. Pero considera esta alternativa:

No escuches música cuando pedalees.

Exacto. Elige el camino del sufrimiento.

Gracias a tu viaje en bicicleta, por primera vez en tu vida te estás dando una oportunidad para entrenar tu mente por varias horas al día.

¿El objetivo? No necesitar tener la cabeza ocupada en algo para estar bien.

Encontrar la calma dentro de nosotros.

Imagínate lo fuerte de cabeza que serías si fueras capaz de controlar esa voz negativa que aparece cada vez que no tienes distracciones.

Imagínate la paz que sentirías si fueras capaz de pasar horas cada día disfrutando de tu entorno, sin necesitar ponerte los audífonos y distraerte con música o un podcast.

Aprender a disfrutar de la realidad, sin distracciones.
Ser amigos de nuestra propia mente.

Con tantas series de Netflix, y redes sociales, y videos de youtube, y música en Spotify, nos hemos convertido en una sociedad adicta a la distracción.
Hemos perdido esa capacidad de sentarnos a no hacer nada, y estar bien.
«El extinto arte de sentarse bajo un árbol y no hacer nada».

Tan sólo piensa en tu día a día.

¿Cuándo fue la última vez que te sentaste solo/a y en silencio, sin distracciones?

¿Cuándo fue la última vez que saliste a caminar por un parque sin escuchar música ni revisar tu teléfono, disfrutando de la naturaleza?

Si eres como el resto de nosotros, no lo haces nunca. No eres capaz de pasar un solo minuto sin la cabeza ocupada. No eres ni siquiera capaz de ir al baño sin tu teléfono, o de almorzar sin revisar Instagram.
Apenas nos dejan solos y sin entretenciones, empezamos a sentir ansiedad. Nos sentimos aburridos, solos. ¡Es desesperante!
Somos adictos a la entretención. Adictos a consumir contenido.

¿Cómo puede ser que no seamos capaces de pasar tiempo apreciando nuestro entorno sin distracciones?

Niall Horan Wants Fans To Put Their Phones Away At His Concerts - Capital
ni siquiera podemos ir a un concierto sin distraernos con el celular

Durante la pandemia, me volví un obsesionado con aprovechar mi tiempo libre para aprender.
Cada vez que hacía ejercicio, o manejaba, o almorzaba solo, tenía que estar con los audífonos puestos escuchando algún libro o un podcast de desarrollo personal.
«La vida es una sola, ¡hay que aprovechar cada segundo para aprender!», pensaba.
No voy a negar que aprendí mucho. ¿Pero a qué costo? Al cabo de unos meses me empecé a sentir…vacío.

Tenía la sensación de que estaba destinando mucho tiempo a aprender de la vida a través de consejos que dan otras personas, y poco tiempo realmente viviendo.

¿Cuántos libros de salud y deporte tenemos que leer para salir de la casa de una vez por todas y empezar a movernos?
¿Cuántos libros de meditación tenemos que leer para sentarnos en silencio a respirar por la nariz?
¿Cuántos libros de viaje tenemos que leer para salir a darle la vuelta al mundo en bicicleta?

Me di cuenta que no quería ver pasar mis veinte con los audífonos puestos escuchando un podcast que te revela «las siete claves para ser feliz».
Quería descubrir esas claves para ser feliz yo mismo. A prueba y error. Sin importar cuánto tiempo eso pudiese tomar.

En otras palabras: en vez de pasar la mayoría de mi tiempo consumiendo contenido, dedicarme a hacer, hacer, y hacer.
Estar 100% en el momento presente.

Antes de empezar mi viaje en bicicleta, me hice una promesa:
«Sin importar qué tan aburrido sea el paisaje, o qué tan duras sean las condiciones, o qué tan cansado esté, no puedo escuchar música o audiolibros mientras pedaleo».

Llegó la hora de enfrentar la mente. Pasar de ser alguien que se distrae todo el día, a ser una persona que está  obligada a aprender a disfrutar de su entorno, ya que no tiene opciones para distraerse.

Al principio no fue fácil.
Resulta que, cuando no hay distracciones, la mente desentrenada es un chimpancé que salta de una rama hacia otra tirando mierda con sus manos a los niños del zoológico.
Es un desastre.

Una mente que lleva distrayéndose 25 años es tan débil como una babosa. Frente a la primera señal de incomodidad, se queja y busca rendirse. Descubrí que tengo una voz negativa dentro de mi cerebro que dedica su vida a tratar de destruirme. La llamé Calamardo, y escribí un artículo sobre ella.

Con el paso del tiempo, todo empezó a mejorar.
Dejé de sentir síntomas de abstinencia que me suplicaban escuchar un poco de música.
Poco a poco fui aprendiendo cómo controlar a Calamardo, lo cual permitió abrirle espacio a la voz positiva en mi cabeza.

Al no estar sufriendo todo el tiempo, tenía la oportunidad para apreciar mi entorno. Al mismo tiempo, mis sentidos se fueron agudizando. Me empecé a fijar en detalles del paisaje que jamás habría notado con mi mente distraída, y empecé a escuchar sonidos placenteros que no habría podido escuchar con los audífonos puestos.
Nada más bonito que el canto de un pájaro o el sonido del viento.

El gran salto ocurrió a los tres meses de pedalear sin música. Hubo una noche en la que estaba en mi carpa elongando. La regla de no escuchar música es solo para cuando pedaleo, así que al final del día suelo ponerme los audífonos por unos minutos antes de dormir. Sin embargo, esta vez no me los puse. Me di cuenta que prefería seguir escuchando mis pensamientos por sobre cualquier otra canción, incluído al grupo «Ráfaga».
Por un momento, sentí paz absoluta.
«Aaaaah, así que así de bien se siente cuando tienes una mente que no es adicta a pasar todo el tiempo distraída», pensé.

Sentarse a orillas del camino, tomar agua y disfrutar del paisaje

Por favor, no creas que soy un maestro Buddha que tiene paz interior y pensamientos positivos las veinticuatro horas del día. Me faltan décadas de meditación y entrenamiento mental para eso.
Pero al menos puedo afirmar que, gracias a ya siete meses de pedalear sin música, he logrado entrenar mi cabeza para pasar largas horas sin sentir la necesidad de hablar con otras personas ni distraerme con música. Y créeme cuando te digo que no depender de distracciones externas para estar bien se siente increíble.

La música es buena. ¡Es uno de los grandes placeres de la vida!

Pero que no nos pase que tengamos que escuchar música sólo para escapar de nuestras mentes.
Evitemos esa adicción a la distracción.

Aprovechemos nuestros viajes en bicicleta para aprender a estar bien sin distracciones.

Dediquemos tiempo a entrenar nuestras mentes para estar en paz.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

Aprendizajes de cicloturismo, Parte III: la importancia de NO hacer planes

Al día siguiente de dar mi último exámen de la universidad, me subí a un avión con destino a Nueva Delhi, India.
¿Mi objetivo?
Viajar un año por todo el mundo.
Diseñé un plan perfecto. Conocería todas las regiones del mundo que siempre había querido ver.
El plan incluía India, Nepal, el sudeste asiático completo, Nueva Zelanda, China, las olimpíadas de Tokyo, medio oriente, los países nórdicos, los alpes, los balcanes. ¡Hasta incluso África!
Decir que tenía las expectativas altas es poco. Mis expectativas estaban en el cielo.
El plan era perfecto. Amigos cercanos se reían de lo detallado que tenía todo.

Dic/19-Mar/20. Tuve la suerte de conocer India, Nepal, Vietnam, y un día en Tokyo

Pero como todos sabemos por experiencia propia, los planes nunca salen como queremos.
Marzo de 2020. Después de cuatro meses increíbles de viaje, surge un tal coronavirus que hace que tenga que volver a Chile durante todo el resto del 2020.
No sólo perdí mucha plata al no recibir devolución de pasajes de avión que compré con meses de anticipación.
Lo peor de todo, fue que, a pesar de que tuve un viaje increíble, volví a Chile decepcionado.
Había logrado conocer poquísimo comparado con lo que había planificado.
Mis expectativas del viaje eran tan altas, que nunca sería capaz de cumplirlas.
Me prometí a mi mismo que, cuando volviera a viajar, planificaría lo mínimo necesario para poder moverme de un lugar a otro.

Enero de 2022. Ya llevo casi cinco meses viajando en bicicleta.
He cumplido mi promesa. Estoy viajando con el mínimo de planes posible.
He pasado por Turquía, Georgia, Armenia e Irán sin todavía saber dónde terminaré.
Lo único que hago para planificar, es fijarme como objetivo una ciudad o atractivo turístico que esté, ojalá, a varios cientos de kilómetros de distancia. De este modo puedo pedalear por varios días sin pensar.
La bicicleta me da la libertad de moverme a mi propio ritmo, y la libertad de decidir dónde y cuándo parar.
Tengo una aplicación que crea la ruta en bicicleta por mí, y casi ni la reviso.
Llevo siempre conmigo comida para un día, por si no encuentro supermercados o restoranes en el camino.
Y no hago reservas de alojamiento. Nunca sé dónde terminaré durmiendo.

Bicicleta, carpa y comida para un día me permiten parar donde y cuando yo quiera

Sabía que no planificar traería beneficios para mi viaje. Pero nunca pensé que sería algo tan positivo. Aquí van algunos descubrimientos:

1)No planificar mantiene tus expectativas bajas.
Y mantener expectativas bajas es un requisito clave para disfrutar la vida.
Si no te preocupas de esto, serás una persona que siempre está decepcionada porque no logra lo que quiere.
Es como cuando compras una entrada a una fiesta que todo el mundo te dice que será increíble. La esperas durante toda la semana. Al final, no lo pasas bien. Esperabas tanto de ella, que terminas siendo incapaz de disfrutarla.

2)No planificar te ayuda a dejar que las cosas fluyan.
Cuando planificas un viaje, tu vida es rígida. No dejas espacio para esas pequeñas sorpresas que no estabas esperando, y que terminan siendo lo mejor de un viaje.
Esa isla que te fascinó, y que te quedarías por meses, en lugar de tres días como habías planificado.
Esa familia que te invita a pasar una semana en su casa, trabajando en la huerta.
Esa comunidad hippy de la que quieres ser parte por un par de meses.
Cuando no tienes planes, puedes hacer lo que quieras. Puedes llegar a un lugar, y con el paso de los días decidir por cuánto tiempo quedarte.

3)No planificar te ayuda a enfrentar los problemas inesperados.
Una parte clave de un problema inesperado es, obviamente, que es inesperado.
Ningún plan es capaz de enfrentarlo, ya que no pensaste en él.
Cuando no tienes planes, tienes flexibilidad máxima. Eso te permite adaptarte a cada problema que vaya saliendo en el camino, por más inesperado que sea.
¿Te tienes que operar de apendicitis en Armenia y reposar por un mes? No importa. No se te arruinaron los planes, ya que no tenías. Cuando estés sano, harás lo mejor que puedas según las circunstancias del momento.
¿Se te canceló tu ferry a Dubai debido a la mayor tormenta que ha habido en años? No importa. No tienes planes ni apuro. Llegarás a Dubai cuando se pueda.
¿Se te rompió una pieza de tu bicicleta que no puedes arreglar? No importa. Déjala y sal a caminar por el mundo.

4)No planificar te ayuda a estar en el momento presente.
Al no planificar, no piensas en tu futuro. No tienes preocupaciones.
Lo único que te queda es estar en el presente, y disfrutarlo.

No lo tengo claro, pero me gusta pensar que esta estrategia de no planificar también se puede aplicar en la vida. Lo iré descubriendo con el tiempo.

Para terminar, una lección que le da Ki-Taek a su hijo en la película Parasite(2019). Se les acaba de inundar la casa, y están durmiendo en el gimnasio de un colegio con el resto de la gente del barrio:

«¿Sabes qué tipo de plan nunca falla? Ningún plan. Ningún plan en absoluto. ¿Sabes por qué? Porque la vida no se puede planificar. Mira a tu alrededor. ¿Pensaste que estas personas hicieron un plan para dormir en este gimnasio? Sin embargo, aquí estamos ahora, durmiendo juntos en el suelo. Entonces, no hay necesidad de un plan. No puedes equivocarte sin planes. No necesitamos hacer un plan para nada. No importa lo que suceda a continuación. Incluso si el país se destruye, a nadie le importa. ¿Entendido?»

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

Aprendizajes de cicloturismo, Parte II: no importa cómo despiertas

No importa cómo despiertas.
No importa si despiertas con energía, o cansado.
No importa si despiertas alegre, o triste.
No importa si despiertas motivado, o con ganas de pasar todo el día en la cama.

Lo importante es levantarse y empezar a moverse.
Tomar acción, por más que cueste. La motivación llega después.

Si el desafío que elegiste es realmente difícil, siempre despertarás agotado.
Quizás los primeros días despertarás con motivación. Disfrútalo, porque esas ganas se disiparán rápido.
Con el tiempo, estarás suplicando un poco de descanso.
Todos los días estarás alcanzando tus límites físicos y mentales. Agotamiento máximo.

Aseguraría que nadie despierta saltando de alegría sabiendo que tiene que trotar 10 km por sexto día consecutivo preparándose para una maratón.
Nadie despierta con ganas de ir a ocho reuniones en un día para hacer crecer su emprendimiento.
Nadie despierta inspirado para escribir diez nuevas páginas para su novela.

En mi caso, todavía no tengo la suerte de despertar con ganas de pedalear 100 km en un día.
Me levanto de la cama sintiéndome como un zombie. Estoy de mal humor, y me duele todo. Lo único que ayuda a que me mueva, es saber con seguridad que, después de unos minutos en la bicileta, me sentiré mejor.
Siempre es así. Por más cansado que esté.

Hay días positivos en los que salgo rápido de la carpa porque tengo que ir al baño

Pero si uno no tiene motivación, ¿Qué hace que tomemos acción?
Saber con seguridad que la motivación llegará rato después de tomar acción debería ser suficiente para empezar a moverse.
Pero también hay otros factores que nos ayudan a tomar acción.
Saber que estamos haciendo algo desafiante e importante para nosotros.
Saber que tomar acción nos ayudará a crecer como personas.
Saber vamos en camino a una vida sin arrepentimientos.
Saber que estamos siguiendo nuestro propio camino.
Por último, saber que pocas cosas se sienten tan bien como vencer a esa voz negativa que dice que nos quedemos en la cama.

Nada mejor que dominarse a uno mismo.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

Aprendizajes de cicloturismo, parte I: Una vida de altibajos

Un primer aprendizaje que me ha dado viajar en bicicleta:

Mientras más subidas y bajadas tiene el camino, más entretenido es el viaje.
Visto por el lado contrario: mientras más plano es el camino, más aburrido es.

Sí. Las subidas son difíciles, y se sufre. Pero ese sufrimiento es el precio a pagar para disfrutar cuando se llega a la cima.
Sufrimiento voluntario para ser feliz.

Cuando estás en medio de una subida, te olvidas de todo lo demás. Estás en un estado de concentración absoluta, tratando de salir de una cueva mental de dolor. El tiempo pasa lento, demasiado lento. Pero sabes que, tarde o temprano, llegarás al final.

Llegas a la cima, y te sientes en paz. Sabes que acabas de completar algo difícil. Miras hacia abajo, contemplando todo lo que has avanzado. A veces, tienes la suerte de ver el inicio del camino, y se ven personas de pie, pequeñas como hormigas. No importa si has hecho una, dos, o cientos de subidas. Uno nunca se acostumbra a esa sensación de paz.

Paz al llegar a la cima

Y luego, la bajada. El premio. Una mezcla de libertad absoluta y relajo.

Los caminos planos, en cambio, son aburridos.
Eficientes, pero predecibles.
Llegas rápido a tu destino, pero nunca te sientes desafiado.
No pasas por el infierno de la subida, ni la calma de la cima, ni la libertad de la bajada.
Es solo avanzar, avanzar, y avanzar.
Cuando llegas al destino, tienes un gusto amargo. Todo fue muy fácil.

Caminos planos. Eficientes, cómodos, y muy aburridos

Entonces, cuando estés viajando en bicicleta, y tengas que decidir entre una carretera rápida y plana o un camino montañoso, elige el montañoso.

¿Lo que más me gusta de este aprendizaje?

Que no solo es una lección de cicloturismo. Es una lección de vida.

Piensa en tu día a día. Fíjate en qué dirección vamos como sociedad.
Todo lo que hacemos y pensamos va en dirección a un camino plano.
Evitamos el camino con subidas y bajadas siempre que tenemos la oportunidad.
Justo lo contrario a lo que se hace cuando se viaja en bicicleta.
Buscamos constantemente crear una rutina para aprovechar el tiempo al máximo y asegurarnos que todo funcione perfecto.
Hacemos todo lo posible por evitar nuestros problemas.
Leemos libros de productividad personal para ser más efectivo y eficiente.
Entramos a trabajar en una empresa donde haremos lo mismo todos los días, sentados en una silla frente al computador.
Ahorramos para tener una jubilación decente.
Anotamos todo lo que haremos en una agenda que está llena a todas horas.
Seguridad. Eficiencia. Rutina.

No digo que nuestras vidas sean perfectas. Están lejos de serlo.
Lo que sí digo, es que estamos buscando que lo sean.
Queremos evitar la incomodidad y la incertidumbre a toda costa.
Todo está dirigido a tener más seguridad, menos incertidumbres, y menos problemas.
Si nos dieran los poderes que recibió Bruce en «Todopoderoso», lo primero que haríamos sería pagar nuestras deudas, obsequiarnos una casa perfecta y un auto perfecto, agregar $10 millones de dólares al banco, y eliminar todos nuestros problemas existentes. Porque ese es nuestro ideal de vida perfecta.
Se nos olvida que necesitamos problemas para sentirnos vivos.

Durante el 2020, aprovechando que no se podía salir de la casa debido a la pandemia, me fijé como objetivo armar la rutina perfecta.
La idea detrás era no perder ningún minuto de mi vida, haciendo actividades útiles o entretenidas.
Meditación.
Duchas frías.
Escritura.
Trabajo.
Deporte.
Elongación.
Lectura.
Pasar tiempo con la familia.
Si me preguntas cómo es mi rutina perfecta, yo te respondo que era la que tenía el 2020.

Todos los días eran iguales. Hacía el mismo listado de cosas a la misma hora en los mismos lugares.
Era capaz de decir con seguridad qué estaría haciendo el lunes a lsa 17:00 horas en tres semanas.
Una rutina perfecta me llevó a una vida predecible.

Durante ese año, aproveché el tiempo al máximo.
Y como resultado final, me encontraba…aburrido.
Por tener tanto orden, no tenía espacio para las sorpresas.
Por tener tanto orden, no tenía problemas que solucionar.

Ya no pasaba por momentos terribles, lo cual es bueno.
Pero tampoco pasaba por aquella alegría que tienes cuando sales del infierno.
Elegir una vida plana me dio un estado anímico plano. Sin sufrimiento. Sin alegrías.
A esto, yo le llamo una «vida carretera».

No estoy diciendo que una vida carretera sea completamente mala.

Tiene muchos beneficios: sufres menos, pierdes menos el tiempo, tienes más resultados.

Pero una vida carretera también tiene problemas:
Sufrir menos lleva a alegrarse menos por lo bueno
Es aburrida.
Es predecible.
Además, como todos tus días son iguales, el tiempo pasa volando. Al final del año, con suerte te acuerdas de un puñado de eventos importantes.

Mi vida, ahora que viajo en bicicleta hace varios meses, es distinta.
La rutina es inexistente. Todos los días son distintos. Conozco nuevos lugares y nuevas personas, y pruebo nuevas comidas. Estoy en un estado de asombro constante.
Nunca sé dónde dormiré antes de que empiece a ponerse el sol.
Tengo problemas que solucionar casi todos los días. Y cuando los arreglo, grito de alegría.
Tengo desafíos físicos todos los días. Montañas que cruzar, viento en contra, frío/calor, lluvia, caminos malos, y otros.
Paso por el infierno, para disfrutar más del cielo.
Sufrimiento voluntario para ser feliz.

La vida de un cicloturista está llena de altibajos. No solo estoy hablando de la pendiente del camino, sino que también de mis emociones.
Y pasar por las emociones malas es, precisamente, lo que me lleva a disfrutar de lo bueno.

A esta vida, yo la llamo «vida montañosa».

Al igual que la «vida carretera», la vida montañosa también tiene dificultades:
Sufres más
Es más fácil perder el tiempo
Cuesta obtener resultados en algo que requiere rutina (buena salud, trabajo, etc)
Y a veces un exceso de incertidumbre puede ser agobiante.

Y también tiene inmensos beneficios:
Los momentos alegres son más alegres.
Es emocionante.
Es impredecible. Nadie quiere ver una película en donde sabes qué pasa al final.
Estas inmerso en una aventura. Y como todos los días son distintos, sientes que el tiempo pasa más lento, y tu memoria funciona mejor.

¿Cuál vida es mejor? ¿La «vida carretera» o la «vida montaña rusa»?

No sabría decir cuál es mejor. Como dije anteriormente, ambas tienen cosas buenas y cosas malas.

Me gusta pensar que existe un balance intermedio entre una «vida carretera», y una «vida montañosa».
Una vida en la que no buscamos alcanzar orden y perfección, sino una mezcla entre estabilidad y desorden.
En donde tenemos rutina, y a la vez incertidumbre.
Una en la que tienes tiempo para trabajar, leer, y esas actividades cotidianas que te gustan. Pero a la vez tienes desafíos que no sabes si serás capaz de controlar.
Una vida con aventuras todos los días aventuras a diario.

No busquemos una «vida carretera». Es imposible de alcanzar, y muy aburrida.
Busquemos un balance entre «vida carretera» y «vida montañosa».
Ese balance nos llevará a una vida extraordinaria.

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Juan Pablo Toro
Juan Pablo Toro

Autor Deportista Nómade

¿Qué llevar a un viaje?

Lo mínimo:

  • Pasaporte.
  • Mochila de trekking. Si hace calor y no vas a acampar, llevaría una de 60 litros. Si hace frío y/o vas a acampar, llevaría una de +80 litros.
  • Anteojos de sol
  • Gorro
  • Dos o tres poleras. Todas de color oscuro, al menos una de deporte. Dos puede ser muy poco. Tres se siente como mucho. Ideal que sean de tela que no agarra mal olor, como lana merino.
  • Un polerón que se seque rápido, idealmente oscuro.
  • Un cortaviento.
  • Dos o tres calzoncillos. Todos de color oscuro.
  • Un short de color oscuro. Mejor aún si es de deporte, y que se seque rápido para usarlo como traje de baño. Clave que tenga cierre en los bolsillos para que no te roben.
  • Un pantalón de trekking oscuro y con cierre en los bolsillos.
  • Dos o tres pares de calcetines, todos negros.
  • Dos pares de calzado. Combinaciones típicas son: zapatos de trekking+sandalias, zapatillas de trote+sandalias, zapatos de deporte+zapatillas de trekking. Ideal que el zapato sea Goretex, y que las suelas sean Vibram.
  • Un rollo de papel comfort.
  • Artículos de higiene personal: cepillo de dientes, pasta, desodorante, hilo dental, jabón, preservativos, etc. Yo no llevaría shampoo, se encuentra en todos lados.
  • Electrónicos: celular, batería portátil, cargadores.
  • Una botella de buena calidad (Nalgene es buena marca).
  • Una toalla de camping: son livianas y se secan rápido.
  • Crema para el sol.
  • Una mochila pequeña para pasear por el día.
  • Botiquín de primeros auxilios: asegúrate que tenga remedios para la diarrea del viajero (es lo más común), paracetamol, alcohol para limpiar heridas, y lo que sea que necesites según el país que visites.
  • Tapones para los oídos y antifaz para dormir (clave por si duermes en hostales!)

Si hace frío, agregar al listado anterior:

  • Gorro.
  • Buff
  • Pasamontañas.
  • Parca de plumas. Fijarse en el Fillpower (FP). Que sea 800 o cercano a eso.
  • Guantes.
  • Una primera capa de buena calidad para el tronco, y otra para las piernas. Idealmente 100% lana merino.
  • Otro par de calcetines para frío extremo.

Si vas a hacer trekking y acampar, agregar:

  • Una carpa tan liviana como sea posible. De las pocas cosas que vale la pena invertir para comprar material de buena calidad.
    Que tu carpa sea capaz de sostenerse de pie sin estacas (free standing tent en inglés). Por distintas razones, a veces es necesario acampar sobre pizos duros donde no se puede clavar una estaca. Importante también que el color sea oscuro (para que no te encuentren cuando hagas wildcamping) y que tenga una terraza donde dejar los bolsos.
  • Un saco de dormir tan pequeño como sea posible, pero que proteja contra el frío. Otra de las pocas cosas que vale la pena invertir. Lo importante es fijarse en la temperatura comfort, no en la extrema.
  • Aislante o colchón inflable. Lo importante es fijarse en el valor R, que te dice qué tanto a aísla del frío. Un buen valor R es sobre 4.
  • Cocinilla. Si vas a cualquier lugar del mundo mínimamente desarrollado, puedes ir con una cocinilla a gas. Si vas a África u otros países tercermundistas, conviene más una cocinilla a combustible (MSR es la típica).
  • Bastones de trekking
  • Una olla que tenga entre 1,5 y 2 litros de volumen. No es necesario sartén, ni tetera.
  • Una «pared» de aluminio para proteger el fuego del viento.
  • Linterna frontal
  • Un bowl o tupperware.
  • Una taza pequeña.
  • Un cuchillo de buena calidad y que se pueda guardar el filo (opinel es muy buena marca), un tenedor, y una cuchara.
  • Una esponja para lavar.

Otras cosas que llevo y que me parecen indispensables:

  • Un kindle con cientos de libros descargados.
  • Un filtro de agua Steripen, o una botella LifeStraw. Es caro, pero con el paso del tiempo recuperas lo invertido al no comprar agua. Y no aumentas tu basura.
  • Un diario para escribir, idealmente pequeño.
  • Una GoPro.

Si viajas en bicicleta, agregar:

  • La bicicleta. La elección varía mucho según tus gustos y lo que buscas. Personalmente me fijaría en lo siguiente:
    1)Si el viaje es largo, idealmente que el marco y horquilla sea de acero. Es mejor elegir una bicicleta resistente en lugar de liviana.
    2)Que el manubrio tenga varias opciones para cambiar la posición de las manos.
    3)Que te permita poner tanto neumáticos delgados (ej: 700×35) como neumáticos anchos (ej: 700×45).
    4)Que los componentes de reemplazo sean fáciles de encontrar en todo el mundo. Ej: la transmisión shimano es fácil de encontrar.
    5)Que no sea tan cara, con tal de no llamar la atención y que no duela tanto si te la roban.
    6)Que la transmisión sea 1×11, 1×12, 2×9, 2×10 o 2×11.
    7)Que el sillín sea cómodo. Si te duele estar muchas horas sentado en el sillín, puedes ponerle un colchón.
  • Parrillas: se puede hacer el trabajo sólo con una parrilla trasera, pero todo tu peso estará detrás. Lo ideal es distribuir el peso por toda la bicicleta, y para eso se necesita parrilla delantera y trasera.
  • Alforjas: las alforjas más famosas de todas son las Ortlieb. Son caras, pero si las compras, la marca te ofrece 5 años de garantía.
  • Un bolsito de manubrio para tener celular y billetera a mano.
  • Unos neumáticos típicos que todo el mundo compra para no pinchar: Schwalbe marathon.
  • Un asiento típico para que no te duela tanto andar por varias horas: Brooks.
  • Botellas para llenar 4+ litros de agua.
  • Que tu cadena sea Shimano. Es fácil de encontrar repuesto.
  • Repuestos de bicicleta: un eslabón de cadena, piola de cambio, una cámara para la rueda
  • Para arreglar la bicicleta: lubricante seco para cadenas, multiherramienta, palillos para desmontar el neumático, parches para cámara, bencina y un cepillo de dientes para desengrasar la cadena, un bombín pequeño.
  • Si vas a un país tercermundista, agregaría: cadena de repuesto, otra cámara de repuesto, y una rueda de repuesto.
  • Casco.
  • Guantes de bicicleta.

Por último, agregaría una cosa que a ti te parezca indispensable para vivir. Hace el viaje más interesante. Agregas peso «innecesario», pero que para ti es necesario:

  • He visto a gente viajando con guitarra.
  • Gente viajando con trompeta.
  • Gente viajando con cuaderno para dibujar.
  • Gente viajando con tabla de surf.
  • Gente viajando con equipo de alta montaña.
  • Gente viajando con equipo de buceo.
  • Gente viajando con un dron.
  • Gente viajando con perro/s
  • En mi pasado, llevé todo lo necesario para jugar campeonatos de tenis. Otra vez llevé una pelota de futbol americano para entretenerme mientras hacía dedo. Actualmente, llevo un computador para escribir.

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